Cuatro presuntos butroneros serán juzgados en Toledo por numerosos robos durante el estado de alarma en 2020

Tres de ellos son reincidentes y se enfrentan a condenas de 17 y 12 años de cárcel, según sus antecedentes penales

Diecisiete policías y guardias civiles están citados para declarar como testigos en la Audiencia provincial

Imagen captada de un vídeo en el que se ve el butrón practicado en una tienda de motos de Ocaña

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Aprovecharon para delinquir durante el estado de alarma en España por el coronavirus, entre el 15 de marzo y el 21 de junio de 2020, según la Fiscalía. La semana próxima, sin embargo, serán juzgados en la Audiencia Provincial de Toledo. Son cuatro, aunque la banda estaba compuesta por más individuos. Cayeron en julio de ese año y fueron algunos de los veinte detenidos por 51 delitos cometidos principalmente en localidades de la provincias de Toledo y Madrid .

El Ministerio Público los acusa de varios robos, algunos practicados con butrón y todos ejecutados de madrugada. Tres de los procesados son reincidentes , por lo que la petición de condenas son mayores: de 17 y seis meses a 12 años y medio de cárcel, según sus antecedentes penales. Para el cuarto en discordia solicita diez años y seis meses de prisión.

Les atribuye un delito de robo con intimidación, otro continuado de robo con fuerza en las cosas, dos más contra la seguridad vial, un par por desobediencia grave a agentes de la autoridad y otro de falsedad en documento oficial.

Junto a ellos estarán sentados otros dos acusados de comprar una moto que presuntamente habían robado sus cuatro compañeros de banquillo. Aquéllos se enfrentan a dieciséis meses de prisión por un delito de receptación.

Además de esta media docena de encartados, diecisiete policías y guardias civiles están citados como testigos , ya que varios de ellos participaron en peligrosas persecuciones para detener a los cuatro reos que serán juzgados por un tribunal de la Sección Segunda a partir del martes.

La relación de golpes que el Ministerio Público les imputa arranca a las dos de la madrugada del 12 de marzo de 2020, dos días antes de que el Gobierno de España decretase el estado de alarma. Fue en el término municipal de Tembleque, en el área de servicio 'Venta del Queso', a la altura del kilómetro 102 de la autovía A-4. Allí atracaron al conductor que descansaba dentro de su camión góndola cargado de vehículos. «Si no me das las llaves, te rajo» , le conminó un delincuente armado con un cuchillo. De esta manera tan violenta se apropiaron de una furgoneta Mercedes, modelo Sprinter, a la que pusieron una matrícula y limaron su número de bastidor, aunque fue recuperada casi tres meses después.

Robo de motos

También de madrugada, pero del 16 de marzo, los cuatro presuntos butroneros robaron en compañía de otros sujetos que están en paradero desconocido. Lo hicieron en la Comunidad de Madrid, en la localidad de Serranillos del Valle, donde se apropiaron de un vehículo de alta gama, un Audi Q7, que fue recuperado nueve días después.

Dieron otro golpe durante la madrugada del día 18. Con dos vehículos llegaron al establecimiento Motos Saza, en Ocaña, donde practicaron un butrón y se apoderaron de ochos motos, de varios recambios mecánicos y productos relacionados con el motociclismo.

Al día siguiente, igualmente de madrugada, repitieron la operación. Se dirigieron a Ceresalquiler, una empresa de alquiler de vehículos en Talavera de la Reina. Rompieron la cerrada de la puerta de acceso y se apoderaron de 440 euros que había en la caja registradora, de todas las llaves de los vehículos de alquiler estacionados en el exterior y de dos furgonetas que emplearon para huir.

Sin embargo, los ladrones fueron sorprendidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil en la autovía A-5, por donde se prolongó una persecución hasta que los delincuentes abandonaron la carretera, dejaron las dos furgonetas robadas un rato antes y se subieron a un Audi Q7, con el que lograron evadir el cerco policial.

Su espiral de robos continuó . Alrededor de las tres de la madrugada del 25 de marzo, practicaron un butrón para entrar en la empresa Adhoc Express, situada en un polígono industrial de San Agustín de Guadalix (Madrid). Se llevaron un ordenador y un terminal móvil, entre otros objetos.

Les dio tiempo a dar al menos otro golpe, según la acusación de la Fiscalía. Sucedió el 1 de junio, igualmente de madrugada, en el área de servicio de la autovía A-4 situado en el punto kilómetro 36 sentido Madrid. Rompieron la puerta trasera de un remolque y sustrajeron mercancía, recuperada por la Guardia Civil, que los sorprendió 'in fraganti'. Hubo una persecución que se alargó hasta la autovía R4, donde dejaron la furgoneta carga con el material robado y se subieron a otro vehículo para continuar su huida. Unas semanas después cayeron gracias a la operación conjunta Enduro-Wizard realizada por la Guardia Civil y la Policía Nacional .

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