La Biblioteca de Castilla-La Mancha celebra por todo lo alto su 20 aniversario
Se ha nombrado socios de honor al expresidente regional José Bono, al Museo del Ejército, a la Asociación Regional de Libreros de Castilla-La Mancha y a las asociaciones de Bibliotecarios de la región
Cómo han cambiado los tiempos en apenas 20 años. Cuando el 16 de octubre de 1998 se inauguró la Biblioteca de Castilla-La Mancha en el Alcázar de Toledo, allí que se presentaron destacadas personalidades como Felipe González, Calvo Sotelo, Santiago Carrillo, Cándido Méndez o Miguel Bosé , pero no hubo ningún militar. «Había habido un contencioso tan grave que se produjo la injusticia de algunos de culpar al ejército», recordó este martes José Bono, entonces presidente regional.
Sin embargo, este martes, en el acto de celebración por los 20 años de la biblioteca, en primera fila se encontraba Antonio Rajo, el general de brigada que dirige el Museo del Ejército, ubicado en el Alcázar desde 2009. La metáfora de que las armas y las letras conviviendo en perfecta armonía, repitieron todos los que hablaron. De hecho, el Museo del Ejército, junto con la asociación de bibliotecarios y la de libreros de Castilla-La Mancha, además del propio Bono, han sido reconocidos como socios de honor de la biblioteca.
El Alcázar y Bono fueron los principales protagonistas de la velada. En su día, Bono fue el impulsor de crear una biblioteca regional en el Alcázar, el mayor proyecto cultural de sus 21 años de gobierno (1983-2004). Un empeño en el que también tuvo mucho que ver el expresidente José María Barreda, entonces consejero, y Peridis, humorista y arquitecto. Ahora, gracias a la biliboteca, el Alcázar ha pasado de ser símbolo de la guerra civil a serlo de la cultura. «Hoy el Alcázar está lleno de niños; Toledo ha tomado posesión del Alcázar », dijo Bono.
El expresidente regional se alargó en su discurso y mencionó aquella leyenda en la que cuando Hermes, el supuesto inventor de la escritura, presentó su invento al faraón de turno, este le puso la pega de que con el lenguaje de símbolos los hombres perderían la memoria. Sin embargo, «los libros no narcotizan la memoria; más bien son artefactos que ayudan a pensar», añadió Bono, citando a Umberto Eco.
«Los libros son el amigo que nos espera en la estantería», cree Ángel Felpeto, el consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, para quien la biblioteca regional es «un gran centro cultural; un Alcázar de todos y para todos». Precisamente del imponente edificio que se alza en el centro de Toledo, Felpeto considera que «está viviendo su mejor época». El consejero apoyó su afirmación en datos: el año pasado más de 700.000 visitaron el Alcázar , ya fuera para ver el Museo del Ejército o para ir a la biblioteca regional.
«Éxito colectivo»
Sobre esta última, Felpeto también dio datos. Cuando abrió sus puertas, en 1998, era la segunda más importante de España con 260.000 volúmenes. Sin embargo, hoy son casi 450.000, a los que hay que sumar casi 5.000 títulos de periódicos y revistas y unos 2.500 libros electrónicos. Esto hace que en 20 años se hayan prestado más de 4,5 millones de libros, lo que sale a unos 800 al día. Y 40.000 toledanos, el 47 por ciento de la población, son socios de la biblioteca. «Es un éxito colectivo, un símbolo para la cultura de Castilla-La Mancha», añadió el consejero.
En el acto también hablaron Carmen Morales y Jesús Fuentes. «Los ciudadanos nos demandan más; las bibliotecas debemos ir más allá y ofrecer lo que internet no ofrece», dijo Morales, la quinta directora del centro. Por su parte, Fuentes, presidente de la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, afirmó: «La instalación en el Alcázar de una biblioteca y del Museo del Ejército es una de las consecuencias más importantes de la democracia».
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