La Puebla de Montalbán da la bienvenida a sus fiestas patronales del Cristo de la Caridad
Este año se ha celebrado, como novedad, una ofrenda floral con motivo del traslado de la imagen desde su ermita hasta la iglesia parroquial, acompañado por cientos de pueblanos, algunos de ellos ataviados con el traje tradicional
La Puebla de Montalbán celebra este mes de julio sus fiestas patronales en honor al Santísimo Cristo de la Caridad, cuyos actos previos ya han comenzado con la novedad este año de la celebración de una ofrenda floral con motivo del traslado de la imagen desde su ermita hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz. Acompañado por cientos de pueblanos, algunos de ellos ataviados con el traje tradicional, entre los que estaban algunos miembros de la corporación como su alcaldesa.
El Cristo recibió gran cantidad de flores que configuraron un panel con su icono y la bandera de La Puebla. Además, las asociaciones «Semillas del Arte» y «Nuevo Amanecer» realizaron su tributo de homenaje, interpretando varias danzas delante de la imagen situada en la puerta principal de la parroquia. Todo ellos con el objetivo de realzar aún más este inicio de las fiestas.
Tras la celebración religiosa, los presentes pudieron disfrutar de un concierto de música interpretado por la “Joven Orquesta de Cuenca” que amenizó la velada en un entorno tan destacado como la remozada Plaza Mayor. Simultáneamente se había producido la inauguración de una exposición fotográfica de Rafael del Álamo, fotógrafo local enamorado del mundo taurino y todo cuanto le rodea, dejándolo plasmado en sus imágenes.
Al día siguiente, mezclando tradición con la juventud de sus bailarines, el grupo “Semillas del Arte”, junto con los grupos procedentes de Villena, Alicante y “Cultura y Tradición” de México presentaron el Festival Internacional de Folklore “Aires del Tajo”, que todos los años se celebra en la villa. El colorido de trajes y la diversidad y calidad de los bailes hizo que el público asistente volviese a disfrutar de otra noche espléndida.
Tradición, modernidad y juventud se volvieron a congregar el domingo en la Pasarela de Moda que, bajo la dirección del joven diseñador local “Jorge de la Rosa”, acompañado de sus modelos, presentó ante los pueblanos una muestra de la actividad profesional que muchos jóvenes de la localidad están desarrollando para abrirse camino en sus vidas.
Homenaje al Cristo de la Caridad
Por esta razón, el Ayuntamiento ha decidido reconocer este valor de los jóvenes pueblanos, y ha designado a varios de ellos que destacan por su actividad profesional y artística, como pregoneros de este año: Javier Castaño como miembro de la orquesta sinfónica de la Scala de Milán; Álvaro Rico, prometedor actor, o los jóvenes que conforman el grupo de teatro «Nueva Era» o los más noveles componentes de «Liberaelarte» junto con el diseñador de moda, Jorge de la Rosa. No hay mejor manera de reconocer que el esfuerzo y el trabajo de esta juventud, enaltecen la importancia de La Puebla y reparten su cultura por aquellos ámbitos donde actúan o trabajan.
Todo ello en el marco de unas fiestas que llegan con el mes de julio y que se celebran para rememorar la intervención decisiva que tuvo el Santísimo Cristo de la Caridad cuando, a finales del siglo XVI, la epidemia de peste bubónica diezmaba a la población y asolaba también localidades cercanas, que se encomendaron también después a su protección.
La intervención acabó con la peste y los pueblanos convirtieron ese día en el centro de sus vidas para celebrar haberse librado de la epidemia. Desde entonces se han ido expandiendo unas fiestas que han conjugado la tradición con la modernidad y que, tal como señala la renovación del voto al Cristo que se hizo en 1885 ante una nueva epidemia, habrían de ser cada vez más importantes para lo que el Ayuntamiento debería consignar en su presupuesto suficiente caudal para ello.
Festejos que aúnan tradición junto con modernidad. Mantener las raíces y costumbres ancestrales es la mejor manera de conservar la esencia de un pueblo, pero al mismo tiempo es necesario hacerlas compatibles con la modernidad que los tiempos van implantando.
Raíces como los encierros de vaquillas que dan el sobrenombre al Cristo, «el Vaquerito» se complementan con la función religiosa imprescindible en la conmemoración y un sinfín de actividades lúdico recreativas que convierten a la población en destino atractivo para jóvenes y mayores.
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