San Pablo de los Montes

La sustracción de droga, el móvil probable del crimen de Chema a manos del «Mosca», «Payo» y «Martínez»

La Guardia Civil les encontró una escopeta con el número de serie borrado, más de 2,5 kilos de cogollos de marihuana y 10 gramos de heroína

En la fotografía, un detenido es introducido en un vehículo de la Guardia Civil. En el vídeo, varios momentos de los arrestos y de las dos entradas y registros domiciliarios Guardia Civil

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La Guardia Civil de Toledo ha difundido nuevos datos, fotografías y un vídeo sobre las detenciones de los tres presuntos autores del crimen a golpes de José María Sánchez Galán, la madrugada del 5 de octubre, en su casa de San Pablo de los Montes. Tanto la víctima como los arrestados traficaban con sustancias estupefacientes, por lo que la sustracción o «vuelco» de droga es el móvil que los investigadores barajan en este homicidio.

Como ya informó ABC la pasada semana, los dos españoles y el rumano detenidos son más conocidos por sus alias: el Mosca , el rumano Martín o Martínez y el Payo , el más joven, con apenas 18 años. Los dos primeros cuentan con numerosos antecedentes delictivos y los tres están en prisión provisional en Ocaña por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Toledo.

Pasillo de la casa donde encontraron muerto a Chema Guardia Civil

La Guardia Civil los detuvo la fría mañana del 24 de noviembre en Retuerta del Bullaque, una localidad ciudadrealeña situada a 25 kilómetros al sur de San Pablo de los Montes. Además del homicidio de Chema, como le llamaban sus amigos, a los tres presuntos autores se les acusa también de un delito de robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas y otro de tráfico de drogas.

El esclarecimiento de este crimen se enmarca en la denominada Operación Macellum12, a cargo del Grupo de Personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo.

Arma de fuego hallada en uno de los registros Guardia Civil

La misma madrugada del homicidio, los agentes del laboratorio de Criminalística realizaron una minuciosa inspección ocular y reunieron numerosos vestigios, que fueron analizados por el Secrim (Servicio de Criminalística) de la Guardia Civil en Madrid.

Paralelamente, otros agentes estudiaron todo el entorno de Chema, consumidor habitual de estupefacientes y dedicado al tráfico de drogas ilegales a pequeña escala, que necesitaba estar conectado la mayor parte del día a una máquina que le proporcionaba oxígeno.

Con la numerosa información recabada, los investigadores llegaron a Retuerta del Bullaque buscando concretamente a tres hombres : el Mosca , de 49 años; el rumano Martín o Martínez , de 27, y el Payo, de sólo 18 años. El primero vivía con su familia (mujer y varios hijos), mientras que los más jóvenes estaban muy próximos, a pocos cientos de metros, en una finca propiedad del Mosca donde hay varias naves y un lugar habilitado como vivienda.

Cuentan en el pueblo que tenían «acobardada» a la población de esta localidad de 1.000 habitantes y también a la vecina comarca de los Montes de Toledo. «Con ellos en la cárcel podremos descansar», dicen en la zona.

El perro de la Guardia Civil que encontró restos biológicos en varias prendas

En los dos registros domiciliarios realizados en Retuerta del Bullaque, la Guardia Civil intervino una escopeta con el número de serie borrado, una canana (cinturón) con cartuchos de caza y una caja con este tipo de munición. También numerosos teléfonos móviles y distintas cantidades de cogollos de marihuana (2,652 kilos) y heroína (10,11 gramos).

En estas entradas participaron también la Usecic de la Comandancia de Ciudad Real y el Servicio Cinológico de del Pardo (Madrid) con un perro adiestrado. El animal husmeó hasta en los zapatos de los detenidos y detectó restos biológicos humanos en varias prendas de vestir de ellos. El laboratorio de Criminalística en Madrid determinará si esos residuos hallados pertenecen o no a la víctima .

«Se va parte de la alegría de San Pablo»

Nines, una amiga de Chema, ha escrito que con su muerte «se va parte de la alegría de San Pablo. Nunca robó, nunca tuvo una mala palabra para nadie, y acompañó a su madre hasta su muerte en abril con una delicadeza y entrega cuestionable seguro por los que le llamaban el drogata ».

«Su puerta estaba abierta para el que quisiese entrar, como es mi caso y el de tantos que disfrutábamos de él», recuerda. «Compatible con ser una bella persona», añade que Chema «trapicheaba para cubrir su necesidad como enfermo drogadicto». «Sus asesinos se la tenían jurada porque no quería cuentas con ellos», afirma Nines de su amigo Chema, quien no llegó a disfrutar del coche Audi 100 de segunda mano que acababa de comprar.

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