ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA
No eran verduras de las eras
Uclés acoge la 25ª edición de la Jornada Manriqueña
Tras dos años de forzado parón, alcanzan el cuarto de siglo las jornadas manriqueñas . Con las coplas en el corazón y en la mente, y con su mensaje acerca de la fugacidad del tiempo y de las cosas, parece que fue ayer cuando a principios de los 90 recorríamo s los lugares de las postrimerías manriqueñas el actor y poeta Cristian Casares y yo : Castillo de Garcimuñoz, Santa María del Campo Rus y el propio Uclés. Respectivamente, herida, agonía y muerte, y sepelio.
'¿Qué fue de tanto galán?/¿Qué fue de tanta invención/como trajeron?
Las justas y los torneos,/paramentos, bordaduras/y cimeras,
¿fueron sino devaneos?, ¿qué fueron sino verduras/de las eras?'
Casares había encarnado a finales de los 70, cuando el quinto centenario, a Jorge Manrique en El enamorado de la muerte ; y me había irradiado el entusiasmo por su vida y obra. Fue él quien acuñó la primera imagen y el concepto inicial del Triángulo manriqueño . Y para completar nuestro literario triángulo, enseguida tuvimos la fortuna de encontrarnos, entre Santa María y Madrid, con José Manuel Ortega Cézar , coleccionista y estudioso manriquiano, precisamente en la casa donde la tradición sitúa la muerte de su mayor cantor.
Fue un choque de entusiasmos. Todo muy literario y emotivo : un actor, amigo de muchos años, que se había lanzado a la aventura del teatro ambulante con un carro de cómicos y que había interpretado al gran poeta y capitán, quedando abducido por él. Y un estudioso que habitaba la casa donde muy probablemente habría expirado el autor de las Coplas , tras rematar en ella la composición de su obra maestra. Entre los tres, movilizamos a contactos, amigas y amigos de las letras, el teatro y los medios de comunicación. Y desde luego, a los representantes, ediles y agentes culturales de los tres vértices del triángulo . No puedo dejar de recordar el constante apoyo de Jesús Delgado , que había sido Alcalde de Santa María, y de Raquel Esteban , encargada de Cultura e impulsora del Centro de Interpretación Manriqueño, embrión del Museo Jorge Manrique que, esperamos, alcance pronto su plena operatividad.
Para dotarlo de fondos y recursos, donamos y cedimos libros, cuadros y objetos de arte , y para dar cobertura legal a todas las actividades, con la Jornada Manriqueña como gran referente el último sábado de cada abril , registramos la Asociación Cultural Jorge Manrique. Una de las iniciativas promovidas entonces, fue el encargo al pintor conquense Víctor de la Vega de un Políptico que visualizara momentos estelares asociados al Triángulo y, por consiguiente, las postrimerías de don Jorge. Felizmente, hoy puede contemplarse en el Museo de Santa María del Campo.
Esta iniciativa, foránea en parte, tuvo una gran acogida en la comarca, donde Jorge Manrique formaba parte ya del imaginario popular y cultural colectivo. Cristian Casares siempre recordaba emocionado cómo un anciano de Garcimuñoz había recitado de memoria impecablemente las Coplas el día del estreno allí de su espectáculo sobre Manrique. Tanto en Uclés como en Garcimuñoz, donde José María González Muñoz fue el primer amigo al que visitamos y quien nos direccionó hacia Ortega y otros contactos, los alcaldes y el conjunto de la población arroparon desde el principio la celebración de la Jornada.
El formato inicial era un a modo de peregrinación que tocaba los tres vértices del triángulo: se arrancaba del Castillo de Garcimuñoz, en cuyo asedio fue herido de mortal lanzada Jorge Manrique . Allí se leían poemas y textos, a veces contando con grandes actores y rapsodas. Solíamos desplazarnos antes o después a la Cruz de don Jorge , el lugar exacto en el camino de la Nava, a tiro de ballesta del pueblo, donde se produjo la herida. Y luego, cada cual en su coche, procesionábamos hasta Santa María del Campo Rus , donde se evocaban los seis meses que allí pasó el caballero poeta al frente de una compañía de la Hermandad isabelina, combatiendo al Marqués de Villena y su apuesta por la Infanta Juana. Solíamos comer en ese punto.
Un año presidió el encuentro don Antonio Serrano de Haro , exembajador de España y máximo biógrafo de Jorge Manrique. Tuvo la deferencia de dedicarme su insuperable edición de las Obras manriquianas: «A Antonio Lázaro, fraternalmente, con una fraternidad que viene del siglo XV». Comimos manjar blanco, una delicatesen de ese siglo a base de pechugas de ave y crema, y a los postres Serrano pronunció hermosas palabras, evocando la vigencia del cantor máximo de lo efímero. Una vigencia de más de cinco siglos. El incomparable marco de Uclés , villa monumental y convento-fortaleza santiaguista, donde descansan los restos de don Jorge (caballero y Trece de la Orden) y de su padre , el Maestre don Rodrigo, solía ofrecer la iglesia renacentista como auditorio de un concierto que era el broche de la Jornada. Recuerdo una edición en que el Trío de cuerda Vicente Espinel estrenó la composición El Triángulo manriqueño , expresamente compuesta para la Jornada, en el marco de un concierto inolvidable. José Luis Martínez, José Luis de Andrés y Carlos Usillos eran los componentes de aquel Trío que aportó su arte y elevó el nivel artístico y cultural de la Jornada.
Pronto, como era previsible y justo, los tres Ayuntamientos tomaron las riendas de la Jornada , que adquirió un cariz más colectivo y popular. Cambió el formato, focalizándose cada edición por turno en uno de los tres municipios, y entraron en danza los autobuses que transportaban a las personas que deseaban participar desde los dos pueblos restantes.
Tuve el honor de ser el conferenciante invitado a la XXIII Jornada de 2018 , celebrada en Santa María. Quiero agradecer el gran apoyo y cordialidad de las dos autoridades que presidieron el acto, el entonces alcalde Carlos Cano y el entonces presidente de la Diputación Provincial Benjamín Prieto , ambos fervientes manriqueños. De aquel acto surgió el encargo de mi Guía del Triángulo manriqueño , editada por la primera institución de la provincia, que sería operativo relanzar ahora como herramienta promocional de la Ruta, en una segunda edición con mayor difusión y visibilidad.
Uclés es un lujo para el Triángulo, como lo es para Cuenca, Castilla-La Mancha y España. Epicentro histórico y monumental, tiene mucho que ofrecer en la reivindicación manriqueña, entre otras razones de peso porque, aparte de luchar por su posesión y protagonizar allí grandes responsabilidades como miembros de la Caballería de la Espada, en algún lugar de la cripta reposan los restos de don Jorge y de su padre el Maestre y, antes o después, habrá que acometer su búsqueda, proyecto ya diseñado por Ismael Trigo , otro gran amigo del Triángulo. Conocemos la fidelidad y atención al mismo de Ana Gálvez , desde el Ayuntamiento de Uclés, y su coordinación es garantía de éxito para esta emblemática vigesimoquinta edición.
Entretanto, Castillo de Garcimuñoz ha restaurado la Cruz de don Jorge , inaugurada por el poeta conquense Federico Muelas en los años 50 del pasado siglo. El actual equipo municipal de Santa María proyecta trasladar el Museo a una sede más céntrica, una casa palacio que ha adquirido para tal fin. Y la prestigiosa editorial Nórdica publicó en 2020 una edición de las Coplas , con ilustraciones de Antonio Santos y texto modernizado por mí. También sobre esta versión, exenta de arcaísmos que poco aportan, el actual conde de Paredes, Jaime Travesedo , prepara una ambiciosa edición de traducciones de las Coplas a inglés, francés e italiano, iniciativa nunca vista hasta ahora. Universo Oculto, la editorial de Luis Dévora , tiene ya en fase de producción una edición minuciosamente ilustrada (42 láminas para las 42 coplas) por el gran artista dominicano contemporáneo Geo Ripley . Tanto Paredes de Nava como Palencia, solar genealógico, histórico y cultural de los Manrique de Lara, se aprestan a una ambiciosa recuperación integral, con doble perspectiva nacional y europea, de la figura y la obra manriqueñas para el siglo XXI. Y Segura de la Sierra , encomienda de don Rodrigo, prepara sus Jornadas manriqueñas, que se celebran en mayo . Es inminente, en fin, la esperada edición del libro en que José Manuel Ortega investiga y desvela la relación, envuelta en misterio hasta ahora, entre el Quijote y las Coplas manriqueñas, demostrando el gran influjo de estas sobre nuestra primera novela. Un libro que marcará un antes y un después en nuestra historia literaria y que, en parte, se fue anticipando en las páginas de Artes y Letras de este periódico.
Jorge Manrique es permanente actualidad y el Triángulo manriqueño , que este año tiene en Uclés su vértice, participa de ella.
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