ANA ÁNGEL ESTEBAN - Opinión

Conductas que dicen que estás siendo una mujer maltratada psicológicamente

La psicóloga y sexóloga Ana María Ángel Esteban, colaboradora de ABC, da algunas claves para detectar el maltrato

ANA ÁNGEL ESTEBAN

En el fondo de la conducta y el sentimiento de un maltratador está la baja autoestima, la inseguridad y la envidia. Está la necesidad de mostrarse con poder y autoridad para reafirmarse a él mismo y la necesidad de liberar todas las frustraciones acumuladas por sentir que son «nada». La víctima, su pareja, es la «pieza» perfecta para descargar sobre ella, con poder y sin miedos, todo el resultado de esas frustraciones y la víctima a su vez, va a proporcionarle todo tipo de refuerzos, protección, seguridad y obediencia para fabricar definitivamente a un narcisista. Se iniciará un ciclo de 'cariño-violencia-cariño' que mantendrá atrapada a la mujer en esa relación durante mucho tiempo, sintiendo ella, permanentemente, que este ciclo de 'amor-maltrato' es responsabilidad de la propia víctima, porque llegan a interiorizar que la culpa del comportamiento de ellos la tienen ellas.

Las conductas que describo a continuación son típicas de un maltrato psicológico.

Habrá muchas personas (hombres y mujeres maltratadas) que estén sometidas a esto y que no lo identifican como maltrato porque o están acostumbradas ya a vivirlas, o lo relativizan y, como decía antes, se sienten culpables, causantes, de que ellos las traten así.

-Celoso incluso de cualquiera con quien estés, que no sea él. Estar con tus amigos les molesta e incluso miden el tiempo que estás con él o con otros. Preguntan de qué habéis hablado, con desconfianza claro, y para seguir controlándote.

-Te pregunta si alguien te ha dicho guapa o te ha insinuado algo.

-Para tenerte controlada, incluso, se ofrece a llevarte a todos los sitios, pareciendo hasta amable, para que no le des una negativa.

-Todos tus amigos son insoportables o tienen un montón de pegas, hasta que así va consiguiendo que te vayas alejando de ellos hasta a veces perderlos… y ya eres toda para él.

-Usa el chantaje emocional para conseguir lo que quiere.

-Valora más a otras personas que a ti. Puede que a tí te valore y nunca te lo dirá por supuesto, porque en el caso de éstos, se traduce en envidia. No soporta que seas mejor que él en las cosas que él siente que no tiene (en su personalidad, capacidades….)

-Valora a los otros explícitamente delante de ti y habla de otros con halagos y admiración, sobre todo con personas en las que encuentre equivalencias contigo: compañeros de tu trabajo, compañeras del suyo...

-Si tienen problemas en el trabajo, o fuera de la pareja, siempre te hace ver que es porque «tú no haces bien las cosas, porque tú tienes la culpa, porque haces tal y cual, tú tú tú…».

-Minimiza lo que a ti te preocupa: «pareces una mema», «te quejas de todo», «mira la fulanita», «tú siempre igual», «yo no me quejaría de esas tonterías«...

-Nunca se alegra de tus logros cuando los demás sí. Eso te hace sentir chiquita, te crea inseguridad, y así consigue interferir o anular la alegría que sientes. Para él no tiene valor nada de lo que haces (en apariencia porque la envidia de nuevo juega su papel) e incluso resta importancia a lo que los demás te dicen haciéndote ver que solo son exageraciones o mentiras. Siempre te hace dudar de tus capacidades.

-La admiración es importantísima en una pareja y aqui él busca ser venerado y admirado por ella.

-Controla tu móvil, te lo pide para que le demuestres efectivamente que puede confiar en tí, porque es tu marido, «¿es que me ocultas algo?» Y si no te lo pide, tú solita se lo enseñas (estás ya bien anulada) y le explicas y le dices...

-No sueles comentar con nadie lo que te está pasando, te avergüenzas, no te creerían, pensarías incluso que estás hablando mal de tu maridito, y en ocasiones hasta estás tan ciega, que cuando hablas de él, lo haces como si fuera tu dios.

-Él es quien controla del dinero e incluso lo que gastas. Quiere que le digas los gastos del día incluidos los mínimos de 1 euro en los chinos. Te recrimina que gastas en tonterías y en cosas innecesarias.

-Organiza tu tiempo libre en base a sus preferencias o para tenerte controlada. Cuando ve que puede que quieras hacer un plan por tu cuenta (ya a estas alturas de sumisión es poco probable que se te ocurra) él te ofrece siempre uno mejor con mucha amabilidad.

-Te regala cosas que a él le gustan o para su uso.

-Cuando haces algo por él, que suele ser muy a menudo, no te lo agradece, con lo que piensas que nunca es suficiente lo que le das y te esfuerzas por agradarle, con amor, porque tú si le quieres de verdad, aún.

-Cuando te pones enferma «se enfada», está serio, más distante… y es que cuando nos ponemos malas ya nos sienten una carga, dejan de obtener nuestros refuerzos, nuestra amabilidad, la chispa que les mantiene el ego por las nubes, cuando estamos unos días «fuera de juego» se sienten mal, con ira.

-Si no te apetece sexo, lo haces por él, para que no se enfade con el consiguinete malestar emocional después para ti.

-No eres espontánea: le tienes miedo, piensas que se va a enfadar sin saber cuando, no logras anticiparle en sus comportamientos porque unas veces aparenta estar normal y otras muy enfadado y en circunstancias similares.

-Mides constantemente tus palabras, las ensayas antes de hablar en tu cabeza y vas pensando, mientras, si se va a enfadar o no. Él sabe de todas esas conductas que haces por miedo, ya sabe tus puntos débiles y sigue jugando con ellos intencionadamente para su disfrute emocional y conductual.

-Le pides permiso: lo que debería ser un «te comento algo porque cuento contigo y me interesa lo que piensas», se convierte directamente en una pregunta pidiendo permiso.

Ejemplo «quieres que vayamos a dar una vuelta por el campo» y su significado traducido sería «qué te parece si damos una vuelta por el campo, o no estaría mal que diésemos una vuelta… Al final se convierte en pedir permiso: «¿Quieres.?»

-Toma él las decisiones importantes y después te comenta cuando ya está tomada.

En el resto te hace pensar que eres tú la que decides porque suele preguntarte pareciendo que le importa tu opinión, pero ya te está sugiriendo sus deseos. «¿Qué te parece si tal?, porque yo haría cual, o yo creo que lo mejor es tal…» En cualquier otra circunstancia de respeto y pareja normal, sugerir dentro de la pregunta, es normal. Pero en una pareja donde ella está sometida, directamente ella se acogerá a esa sugerencia para que él no se enfade.

-Sientes ansiedad y miedo cuando estás con él (ya estamos en una fase de maltrato psicológico avanzado donde la mujer no siente ninguna capacidad ni sensación de posible control sobre la situación). Ya te sientes en indefensión, ya sabes que hagas lo que hagas él va a seguir enfadándose contigo y despreciándote. Le exploras sus gestos para intentar adivinar su ánimo pero no aciertas... ya casi siempre está enfadado y tú «tienes la culpa».

Es muy importante que quien se vea reflejada en este tipo de comportamientos y sensaciones, pida ayuda porque ya no es amor lo que te mantiene con él, es dependencia y él ya no te quiere, eres su posesión, te utiliza para subir y mantener su ego, para desahogarse de sus mierdas.

Solo hay que verse ahí reflejada pra por lo menos empezar a dudar si tú eres una de esas mujeres maltratadas psicológicamente aunque te cueste pensar que tú, por muy muy fuerte que seas y muy capaz de todo que seas, es cierto que cuesta pensar que tú eres una más, y de ahí se puede salir, siempre.

Psicóloga clínica y sexóloga

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