El policía Félix Antolín, absuelto de un delito contra la integridad moral durante su etapa como jefe del GEO
Para el tribunal, no hay indicios de un «trato degradante» ni el propósito de «humillar o menoscabar la dignidad» del querellante
El actual jefe superior de Policía en Castilla-La Mancha y otro mando eran acusados por un subordinado
La Audiencia provincial de Guadalajara ha absuelto al jefe superior de Policía en Castilla-La Mancha, Félix Antolín, y a otro mando policial de un delito contra la integridad moral hacia un subordinado durante la etapa de Antolín como comisario del Grupo Especial de Operaciones (GEO) . Es la unidad de élite de la Policía Nacional, especializada en operaciones de alto riesgo, que tiene su sede en Guadalajara.
Para el tribunal, no hay indicios de un «trato degradante» ni el propósito de «humillar o menoscabar la dignidad» del querellante. Y señala un hecho «significativo»: que la acusación particular impute un delito de torturas y contra la integridad moral, pero no otro de lesiones, que «suele ir unido al referido de acoso o contra la integridad moral».
Los hechos juzgados se remontan a 2014. El demandante desempeñaba el puesto de jefe de subgrupo operativo del GEO y tenía como superiores a Antolín y al otro procesado, inspector jefe operativo por entonces.
En la vista oral, celebrada el pasado 23 de marzo, la acusación particular pidió una pena de dos años de prisión para cada investigado, mientras que el Ministerio Fiscal no acusó y la defensa solicitó la libre absolución.
Papel activo
En su veredicto, que se puede recurrir ante el Tribunal Supremo, la Sección Primera de la Audiencia asegura que en este procedimiento «puede observarse, sin duda, una situación de conflictividad y división en la plantilla». Y señala su origen en unas «discrepancias del querellante sobre la labor de sus superiores» en materias como la relación de cursos. A raíz de ello, «se generó en el centro de trabajo un movimiento cuasi asambleario que desembocó en una reunión en mayo de 2014» . En este encuentro, en el que el demandante «desempeñó un papel activo», se votó pedir el cambio o la destitución del inspector jefe operativo.
A partir de entonces, según la sentencia, se generó una pérdida de confianza recíproca. El inspector jefe se reunió con sus mandos y se acordó mantener al jefe de subgrupo en su lugar «mientras encontraba una plaza adecuada», al tener su puesto en Gandía (Valencia) «y no querer volver a esa localidad».
Sin embargo, el policía no participó durante esos meses en operaciones, salvo alguna con carácter puntual, como una en Uceda (Guadalajara). Allí el jefe de subgrupo permaneció en las instalaciones del GEO «haciendo ejercicio y preparó las oposiciones a inspector que finalmente no consiguió» , se lee en el fallo judicial.
«No ignora esta Sala que la situación de aislamiento como la falta de trabajo efectivo pueden integrar el tipo penal que nos ocupa -señalan los jueces-. Sin embargo, analizada la prueba surgen en este tribunal dudas sobre el desarrollo de la situación durante esos meses a raíz de algo que no ofrece duda, que es la pérdida de confianza entre los jefes y el querellante».
Protocolo por acoso laboral
En septiembre de 2014, el demandante se convirtió en representante del sindicato CEP y cuatro meses después, en enero de 2015, activó el protocolo por acoso laboral. El 15 de ese mes fue nombrado coordinador de servicios de la comisaría de Policía de Gandía y, seis días después, solicitó la baja laboral por crisis de ansiedad.
Un año y medio más tarde, el 22 de julio de 2016, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictó una sentencia en la que declaró el derecho del policía a volver al puesto de trabajo como jefe de subgrupo operativo del GEO. Unos meses después, en febrero de 2017, Félix Antolín fue nombrado jefe superior de la Policía Nacional en Castilla-La Mancha.
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