'La Cepa de Pelayo', la bodega que hace vinos de calidad en el pueblo más bonito de España
Ubicada en Alcalá del Júcar, en la comarca de la Manchuela, se suman a la marca 'Campo y Alma', que identifica a productos con denominación de origen o indicación geográfica protegida de Castilla-La Mancha
Alcalá del Júcar es uno de las localidades más pintorescas de Albacete, de ineludible visita para los amantes del turismo rural, de aventura o de quien quiera dejarse impresionar por el riquísimo de su patrimonio, declarado Conjunto Histórico-Artístico por Real Decreto de 1982 . Quizá por eso este pueblo albaceteño de la comarca de la Manchuela es considerado uno de los más bonitos de España, sino el que más.
En esos reconocimientos tiene mucho que ver el río Júcar, que le da nombre municipio y lo bordea. En su paso por el municipio, sus aguas sirven para regar los viñedos de La Cepa de Pelayo , una empresa familiar ya de tercera generación dedicada al vino, que en los últimos años ha hecho una apuesta por la innovación, el desarrollo y lo tradicional. Gracias a ello, se ha sumado ahora a la campaña promocional y marca de garantía ' Campo y Alma ' del Gobierno de Castilla-La Mancha , que identifica a los productos con denominación de origen o indicación geográfica protegida de la comunidad autónoma.
Esta bodega es un ejemplo de vanguardia, diseño y estética, ampliando sus actividades hacia el enoturismo y la gastronomía. La uva procede de viñedos propios de las variedades Bobal, con viñas de 35 a 60 años, y Macabeo, con más de 30 años de edad. El proyecto vinícola está enfocado a la máxima calidad de los vinos con las técnicas de elaboración más respetuosas con la uva, algo en lo que tiene algo que ver el trabajo del reconocido enólogo Juan Antonio Ponce . La recolección manual y nocturna en cajas, refrigeración a la llegada a bodega, selección de racimos, separación según parcela de origen, depósitos de hormigón con temperatura totalmente controlada para su fermentación y un sótano de temperatura controlada con barricas de roble francés son algunas de sus señas de identidad.
La Cepa de Pelayo oferta vinos blancos y dulces, 100 por ciento de variedad Macabeo; rosados 100 por ciento Bobal; y tintos 100 por cien Bobal y 100 por cien Tempranillo. La declaración de producción de la bodega se hace a nombre de Tevatova SL y esta campaña han declarado 676 hectolitros de vino tinto/rosado y 335 hectólitros de blanco. Bajo la premisa «la única obra de arte que se puede beber... es el vino» y atendiendo a su filosofía de elaborar vinos mediterráneos de calidad, cuentan con tres marcas -'Olé', 'Cupido' y 'La Cepa de Pelayo'-, inscritas en la Denominación de Origen Manchuela .
Un ejemplo de ese buen hacer es su vino 'Cupido Bobal', variedad de uva de esta comarca por antonomasia que crecen en viñas viejas, con suelos carcáreos y arcillo-calcáreos, para pasar después de 10 meses en barrica de roble francés potenciar aromas de fruta roja que junto con el aporte de la barrica hace de él un vino elegante y muy disfrutable. Fruto del trabajo con Bobal es también su vino 'Olé de Aromas', de color rojo granate de capa media; en nariz aparece la fruta roja madura, cerezas, frambuesas y también un fondo lácteo, y en boca tiene buena acidez, un tanino algo marcado, con recuerdos a fruta y toques balsámicos.
También es digno de reseñar su 'Cupido Macabeo', otras variedad típica de la Manchuela que da como resultado este vino se caracteriza por la elegancia y complejidad de esta uva, que después de la fermentación en barrica de roble francés nos permite disfrutar de un blanco lleno de matices. Con esa misma variedad se elabora su 'Olé de Aromas', un vino dulce de color amarillo dorado, de aroma intenso con predominio de fruta blanca confitada y en boca con un perfecto equilibrio entre acidez, el azúcar y el grado alcohólico.
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