La patronal reclama al Gobierno unas infraestructuras del siglo XXI

Si Aragón no dispone de unas infraestructuras de transporte más modernas, la competitividad de sus empresas y la vertebración territorial supondrán un lastre en un futuro próximo. Así lo cree el tejido empresarial de la comunidad y así se lo ha hecho saber al Gobierno en reiteradas ocasiones. Su demanda es concreta: es necesario un invertir en las conexiones por carretera y ferrocarril.

Desde la patronal recuerdan que la logística constituye en estos momentos uno de los sectores «más dinámicos» de la economía de Aragón. Sin embargo, la competitividad empresarial requiere de infraestructuras de transporte como uno de los «ejes fundamentales e imprescindibles de su actividad».

Aragón tiene una posición geográfica «excelente», en el centro del 70 por ciento del Producto Interior Bruto de España, pero hoy por hoy es necesario mejoras las carreteras y las conexiones ferroviarias para poder «llegar a cualquier sitio lo más rápido posible.

Hoy ya no se mide en unidades de longitud, sino de tiempo», aseguran los empresarios.

«Las infraestructuras de transporte de Aragón se han quedado en el siglo XX, por lo que es necesario ese impulso inversor», asegura la patronal. Aragón es una comunidad fronteriza, pero sus conexiones por carretera y ferrocarril precisan «una gran mejora». Proyectos como la reapertura de la línea ferroviaria Zaragoza-Canfranc-Pau o la Travesía Central de los Pirineos «siguen sin ver un horizonte temporal claro, concreto y preciso», añaden.

Además, existe una larga lista de autovías pendientes de construir, como la Mudéjar A-23, la del Pirineo A-21, la A-22 entre Huesca-Lérida y la Daroca-Calatayud-Soria. También está pendiente la comunicación entre Madrid y Teruel, «sin olvidar que deben solucionarse los problemas de la N-II y N-232, carreteras con un gran volumen de tráfico y una elevada siniestralidad», apuntan.

Las conexiones ferroviarias también tienen un «déficit significativo». A la conexión internacional con Francia se une «la necesidad de invertir» en el corredor Cantábrico-Mediterráneo o en la implantación del ancho europeo en las vías aragonesas.