Ibercaja lanza un ERE para desprenderse de más de 500 empleados y cerrar oficinas

Ibercaja va a lanzar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el objetivo inicial de desprenderse de más de 500 empleados y cerrar decenas de oficinas, sobre todo en Aragón, donde se concentra prácticamente la mitad de la red de sucursales que esta entidad tiene repartidas por toda España.

El banco aragonés ha convocado a los sindicatos para este jueves, a fin de plantearles sus intenciones y emprender las negociaciones, tal y como se ha hecho en otras ocasiones durante los últimos años. Ibercaja ya ha aplicado tres expedientes de regulación de empleo desde 2013 para reajustar su plantilla. El motivo ha sido doble: de una parte, la coyuntura general del sector; de otra, la necesidad de reordenar una red de oficinas que se sobredimensionó cuando Ibercaja absorbió a Caja3, grupo formado por la aragonesa Caja Inmaculada (CAI), Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos.

Para preparar aquella integración, la CAI ya llevó a cabo en vísperas de la absorción un plan de reducción de plantilla que supuso la salida de cientos de sus trabajadores. La red de sucursales de CAI se concentraba en Aragón, y su absorción por parte de Ibercaja suponía la aparición de un escenario con oficinas duplicadas en múltiples puntos de la región.

Los tres ERE ejecutados por Ibercaja en los años 2013, 2014 y 2015 se saldaron con la salida de más de 800 trabajadores. En todos los casos se trató de expedientes de regulación de empleo pactados con los representantes sindicales y con condiciones económicas para los afectados que evitaban despidos traumáticos. Se centraban en incentivar las salidas a empleados con edades más próximas a la jubilación.

A falta de los datos concretos que presente la entidad a los sindicatos en la reunión de este jueves, fuentes sindicales han apuntado a que prevén encontrarse con una propuesta de ERE que prevea entre 500 y 600 salidas, que afectaría sobre todo a trabajadores de 58 y 59 años.

Cierre de oficinas, mayoritariamente en Aragón

Ibercaja ya negoció un ERE con intención de aplicarlo en 2016, pero finalmente lo dejó apartado. Ahora lo retoma para seguir adelgazando sus estructuras y sus gastos de funcionamiento en territorios en los que considera que la red de oficinas la tiene sobredimensionada. Este escenario sigue concentrándose en Aragón.

Aunque no se han comunicado oficialmente las previsiones de cierre de oficinas, fuentes sindicales apuntan a que se contarán por decenas. Así, Ibercaja pretendería reducir en aproximadamente un 10% el número de sucursales de Ibercaja tiene en Aragón y no se descarta que el ajuste pueda afectar también a otros territorios, mientras que, a la par, el banco sigue adelante con planes de expansión en diversas zonas de España. Esto último podría favorecer que parte de los empleados que quiere amortizar en Aragón puedan tener opciones de ser recolocados en oficinas situadas fuera de esta región.

Cúpula directiva recién renovada

Este nuevo ERE lo lanza Ibercaja escasas semanas después de que se consumara el relevo al frente de la entidad. A finales de febrero, José Luis Aguirre pasó a ser el nuevo presidente en sustitución de Amado Franco, que encabezó Ibercaja desde 2004, una etapa en la que encaró la conversión en banco de esta caja de ahorros aragonesa y la absorción de la también zaragozana Caja Inmaculada junto a Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos.

A la par que Aguirre se ha convertido en nuevo presidente del banco aragonés, las competencias ejecutivas que hasta ahora estaban ligadas a la presidencia han pasado a recaer en el consejero delegado, Víctor Iglesias, directivo que acumula también una larga trayectoria en la entidad

Ibercaja obtuvo un beneficio neto de 143 millones de euros el año pasado, un 70% más que en 2015.

Esta entidad cuenta actualmente con una plantilla de unos 5.500 trabajadores, repartidos en 1.250 oficinas. Aragón concentra aproximadamente la mitad de sus recursos humanos y de sus sucursales, con más de 2.500 empleados y casi 500 oficinas.