Las víctimas del terrorismo denuestan la «infamia» de dar voz a un etarra en la Universidad vasca

«A esta misma hora, un terrorista que ha participado en el asesinato de mi padre está hablando a jóvenes en el País Vasco. No se puede tolerar que se muestre a un asesino como modelo, demuestra no la derrota de ETA, sino su legitimación». Son palabras de Ana Velasco , hija del militar Jesús Velasco ejecutado por la banda en 1980, pronunciadas esta mañana durante el acto de entrega de los premios anuales de la Fundación Víctimas de Terrorismo, una ceremonia de recuerdo y homenaje en la que ha sobrevolado en todo momento «el tremendo golpe» que, -como ha subrayado la presidenta de la organización, Mari Mar Blanco - ha supuesto que se permita hoy a un criminal confeso ofrecer un «relato justificativo» en la Universidad pública vasca. Dar «lecciones» a los jóvenes «del orgullo de asesinar».

José Ramón López de Abetxuko, el conferenciante, fue condenado a 30 años de cárcel por el asesinato del jefe de la policía municipal de Vitoria Eugenio Lázaro Valle. Nunca se arrepintió. Durante el acto, se ha puesto en evidencia el silencio de partidos como el PNV, que nada han dicho al respecto, pero tampoco del PSOE , a excepción del Delegado del Gobierno en la autonomía, Jesús Loza, que pidió sin éxito la suspensión de la charla. Lo ha recordado la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, única representante del Ministerio del Interior y del Gobierno que ha estado en la convocatora de la FVT. En un breve discurso ha denunciado «la infamia que supone dar voz a quienes han cercenado la vida de otros seres humanos» y que esa oportunidad de visibilidad pública es «una ofensa a las víctimas» y ha concluido lamentando «el silencio institucional imcomprensible que significa complicidad».

En un acto posterior, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska ha aconsejado que «es la hora en que la izquierda abertzale haga manifestaciones expresas de separación de este tipo de declaraciones y actos, es una oportunidad inmejorable».