Sánchez deja en manos de Urkullu y Feijóo la decisión de aplazar las urnas

Cree «poco razonable» celebrar el 5-A pero esperará a lo que digan vascos y gallegos. El presidente gallego pide la suspensión. El Gobierno vasco mira a Francia, que hoy celebra municipales en todo el país pese a la epidemia

Esta funcionalidad es sólo para registrados

¿Pueden celebrarse elecciones en tiempos del coronavirus o deben posponerse? En esa encrucijada están los gobiernos del País Vasco y Galicia, que convocaron los comicios autonómicos para el 5 de abril y que han quedado en el aire por la emergencia sanitaria. La incertidumbre es total porque existe una gran laguna jurídica en nuestro ordenamiento -hay dudas aun habiéndose declarado el estado de alarma- que dificulta resolver sobre el aplazamiento de las urnas una vez convocadas. La única certeza es que, en la fecha prevista, resultará imposible garantizar una jornada electoral «normal» en un país que ha forzado el confinamiento de la población para evitar nuevos contagios. Vitoria es uno de los «focos incontrolados». Vascos y gallegos son sociedades envejecidas y ese grupo de población es el que afronta el mayor riesgo de salud.

Escenario incierto

El presidente, Pedro Sánchez, no ahuyentó la incertidumbre tras decretar el estado de alarma en todo el país. Se limitó a recordar que el lendakari y el mandatario gallego reunirán mañana a los partidos para valorar qué hacer. «Quedamos a la espera de la decisión que tomen los distintos grupos políticos y actuaremos. A partir de ahí, decidiremos. Creemos que es poco razonable celebrar con estas medidas de restricción y esta emergencia sanitaria las elecciones. En todo caso, la competencia corresponde a ambas», aseguró Sánchez, dejando en manos de las dos autonomías la resolución del problema.

Feijóo lo tiene claro; Urkullu, no

El presidente, Pedro Sánchez, no ahuyentó la incertidumbre tras decretar el estado de alarma en el país. Se limitó a esperar lo que decidan en las dos comunidades. «Quedamos a la espera de la decisión que tomen los distintos grupos políticos y actuaremos. Creemos que es poco razonable celebrar con estas medidas de restricción y esta emergencia sanitaria las elecciones. En todo caso, la competencia corresponde a ambas», aseguró Sánchez, dejando en manos de las dos autonomías la resolución del problema.

Feijóo pidió ayer suspender la cita electoral, sin plantear nueva fecha si quiera. «No tiene cabida la convocatoria electoral», aseguró. En cambio, Urkullu se muestra mucho más cauto. Al Gobierno vasco le preocupa un eventual recurso en los tribunales si se aplazan las elecciones, lo que conllevaría consecuencias impredicibles. Y nadie sabe cómo será la evolución de la pandemia, lo que provocaría un aplazamiento sine die. «Además de las lagunas jurídicas, parece bastante complicado gestionar cúando y cómo serían las nuevas elecciones», apuntan en el círculo de Iñigo Urkullu, que mantiene comunicación con Alberto Núñez Feijóo, atrapado en el mismo problema. El presidente gallego se ha declarado desde el inicio de esta crisis partidario de aplazarlas si existe el menor riesgo para la salud para los ciudadanos.

Pero el espejo en el que se mira Urkullu es Macron. Y el presidente francés aseguró este jueves que se celebrarán, sí o sí, las elecciones municipales convocadas hoy pese a que la incidencia del virus en el país es muy preocupante. «Es importante garantizar el seguimiento de nuestra vida democrática y de nuestras instituciones», afirmó en un mensaje a la nación.

Más de 47 millones de franceses están llamados a votar hoy en la primera vuelta de las municipales, que tendrán una segunda ronda el día 22. Existe un protocolo de prevención con medidas especiales para proteger a los ciudadanos que participen en la jornada electoral. «No hay nada que impida a los franceses ir a las urnas, incluso a los más vulnerables», dijo Macron tras ordenar el cierre de todos los centros educativos desde el lunes.

También la región italiana de Umbría, pese a la alerta sanitaria decretada en todo el país, celebró el domingo pasado una votación para elegir a un representante del Senado. Se obligó a guardar un metro entre personas.

En cambio, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el viernes que se aplazan un año los comicios locales previstos para el 7 de mayo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación