Puigdemont en Neumünster

Salchicha fría y mucha hambre a la espera de la decisión de la Fiscalía alemana sobre Puigdemont

Su informe sobre los delitos por los que se le reclama dará luz verde al proceso de entrega

La ministra de Justicia, Katarina Barley, durante una comparecencia EFE
Rosalía Sánchez

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La Fiscalía alemana presentará este martes con toda probabilidad el informe sobre la solicitud de entrega de Carles Puigdemont , lo que ayudará a despejar el horizonte penal del expresidente de la Generalitat, en prisión desde que hace una semana fue detenido en una gasolinera de Alemania.

El delito de rebelión no forma parte de la lista de 32 delitos que obligan a la extradición automática, pero sí el de corrupción, que incluiría la malversación de fondos, por lo que el tribunal cuenta con poco margen de maniobra. El de rebelión en todo caso, está tipificado en Alemania bajo el nombre de alta traición, por lo que según fuentes de la Fiscalía de Schleswig, el tribunal podrá optar por admitir la ejecución de la orden total o parcialmente, pero es muy poco probable que rechace ejecutarla.

Tras la presentación del informe ante el tribunal, y descartada por los abogados de Puigdemont una solicitud de asilo, cabe la posibilidad teórica de solicitud de libertad vigilada para que el detenido espere la decisión definitiva fuera de prisión. Pero para ello sus abogados tendrían que demostrar que no hay riesgo de fuga, que fue lo que impulsó como medida cautelar su entrada en prisión, y resultaría complicado teniendo en cuenta que en el momento de la detención lo que Puigdemont hacía era precisamente huir en dirección a Bélgica. Las mismas fuentes de la Fiscalía aclaran que, una vez decida el Tribunal Superior Regional de Schleswig-Holstein , no ha lugar a recurso alguno, aunque el abogado alemán de Puigdemont, Wolfgang Schonburg, ha declarado que sí ve la posibilidad de acudir ante el Constitucional alemán.

Dos precedentes

Schonburg cita dos precedentes que podrían beneficiar a Puigdemont: una sentencia de 2005 por la que Mamoun Darkazani, acusado de pertenencia a al Qaeda, no fue extraditado a España por ser alemán por matrimonio, y otra más reciente, de 2015, por la que un estadounidense condenado en Italia en ausencia evitó igualmente la extradición, pero su relación con el caso Puigdemont parece bastante peregrina y fuentes judiciales señalan que ese recurso serviría solamente para «ganar tiempo». «Seguramente lo intenta por si acaso, en Karlsruhe hay cierto escepticismo sobre la ley europea y quizá suene la flauta», señala el catedrático de Constitucional Joachim Wieland.

Visto el estrecho espacio jurídico, la estrategia de Schonburg se ha desplegado mayormente sobre los medios de comunicación alemanes, extendiendo la tesis de los presos políticos y tratando de generar un conflicto interno para Merkel. Ha pedido abiertamente al gobierno de Berlín que intervenga para evitar la extradición, pero pincha en hueso: desde el portavoz del Gobierno Steffen Seibert hasta el presidente del Bundestag Wolfgang Schäuble, pasando por la ministra de Justicia Katarina Barley , han dejado claro que la decisión corresponde sólo a los tribunales. Todos los grandes partidos alemanes apoyan la no intervención política, mientras los extremos han dado muestras de solidaridad con Puigdemont.

El expresidente se ha adaptado al mismo trato que reciben los presos comunes en la prisión de Neumünster, con los que comparte espacios comunes y comedor los ratos que no está en su celda de siete metros cuadrados. Lo que peor lleva, según los funcionarios del centro, es cenar a las seis de la tarde y no volver a comer nada hasta el desayuno a las seis y media. El menú de la cena de ayer era «salchicha fría con pan».

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