Carlos Lesmes
Carlos Lesmes - JAIME GARCÍA

Lesmes admite que puede haber consecuencias para la Infanta

El presidente del TS aboga por un nuevo modelo procesal que dé la instrucción al fiscal

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El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, reconoció ayer que es posible que la investigación contra Manos Limpias por extorsión acabe afectando a la Infanta si el sindicato deja de ejercer la acusación popular. «Puede ser», se limitó a decir Lesmes al ser preguntado por esta posibilidad antes de su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso, donde presentó la Memoria del TS relativa a 2014.

No obstante, matizó que «no puede anticipar lo que pueda ocurrir» sobre la investigación abierta en la Audiencia Nacional a los líderes del autodenominado sindicato, sobre el que el juez podría acordar la suspensión de actividades durante la instrucción con consecuencias evidentes sobre la Infanta Cristina: es la única procesada que se sienta en el banquillo sin que la Fiscalía la acuse.

Como informó ABC, el representante del Ministerio Público, Pedro Horrach, va a solicitar toda la documentación sobre la investigación a la cúpula del sindicato y también acerca del funcionamiento del mismo, para analizar si finalmente pide su expulsión del caso Nóos, donde ejerce la acusación popular.

Ninguna referencia hizo Lesmes durante su intervención en el Congreso al papel de las acusaciones populares en los procesos, aunque sí abogó por la definitiva aprobación de una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal que defina un modelo de instrucción en manos del fiscal y la clarificación del modelo territorial de gestión de justicia que redefina o se replantee las transferencias a las comunidades autónomas que se han llevado a cabo hasta ahora.

En el ecuador de su mandato al frente del CGPJ, Lesmes negó el carácter presidencialista que de forma mayoritaria atribuyen los portavoces parlamentarios al órgano de gobierno de los jueces, y señaló que sigue siendo un órgano colegiado en el que, a diferencia de lo sostenido por los distintos grupos, «no hay vocales de primera y de segunda». Al mismo tiempo defendió la transparencia en la política de nombramientos y en la actividad diaria del Consejo.

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