El juez rechaza enviar a prisión al imputado por espiar a Julian Assange al no ver acreditado que intentase huir
Mantiene las cautelares que ya tenía el propietario de UC Global, David Morales
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha rechazado este lunes enviar a prisión provisional o imponer una fianza al responsable de UC Global, David Morales, imputado por espiar al activista Julian Assange y otras personas, al no ver acreditado que entrase en Portugal y quebrantase así la prohibición de salir de España que tiene impuesta.
En un auto al que tuvo acceso ABC, el instructor ha optado por mantener las cautelares que ya pesaban sobre Morales, que fue «identificado en Portugal por el servicio de extranjeros y fronteras» el 7 de marzo. Desde su detención en septiembre de 2019, tiene prohibido abandonar el país.
Morales adujo que en ningún caso intentaba fugarse ni entrar en Portugal, pues el viaje lo era para acompañar a unos clientes a la zona fronteriza y dar media vuelta. Es la tesis que ha sostenido este lunes ante el juez y a preguntas exclusivamente de la Fiscalía y su defensa. Ha negado, de paso, todas las imputaciones que pesan sobre él, incluso las que se reflejan en la documentación intervenida en los registros de sus oficinas.
La Fiscalía pedía que se reforzasen las cautelares , mientras que la acusación que ejerce Julian Assange solicitaba el ingreso en prisión o prisión eludible bajo fianza de 40.000 euros . El instructor, tras escuchar la declaración y revisar la documentación, ha optado por mantener las cautelares que ya tenía, «visto que no se ha podido constatar el incumplimiento de la medida de prohibición de salida de territorio nacional que tiene fijada».
Este exmilitar español fue detenido en 2019 tras una querella de los abogados españoles de Julian Assange que incluía amplia documentación para acreditar que durante la estancia del activista como asilado en la Embajada de Ecuador en Londres , UC Global aprovechó su contrato de seguridad del edificio para espiarle. En concreto, se colocaron micrófonos en lugares ocultos, como los extintores, y el circuito cerrado de seguridad enviaba a un servidor de la empresa cuanto captaban las cámaras.
Sin embargo, Assange no fue el único perjudicado, pues tal y como obra en el sumario, se hicieron con documentación e información de sus propios abogados durante las visitas que realizaban al activista en la sede consular. De igual manera, investigaron a otras personas que mantuvieron encuentros con él, entre ellos, el exministro de Finanzas griego, Yannis Varoufakis, que ya declaró como testigo el pasado mes de octubre en la Audiencia Nacional.
Espionaje a una periodista
En su caso, como en el de otros afectados, los imputados se hicieron con información sobre visados, viajes y estancias programadas aprovechando la revisión de su documentación y la intervención de sus móviles en el control de seguridad de acceso a la Embajada. De acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas por este diario, Varoufakis no ha presentado querella, si bien ante el juez manifestó su intención de ejercer acusación.
Quien sí ha presentado ya una querella es la periodista italiana Stefania Maurici, quien visitó aquella Embajada. Según las fuentes consultadas, entre la documentación intervenida a los investigados aparecieron imágenes tanto de su móvil -que permitían ver claramente los números de identificación de la tarjeta SIM- como de dos pendrives que portaba aquel día encima y que contenían, según manifestó al juzgado, información confidencial fruto de su trabajo periodístico.
Esta era la razón por la que Morales y otro de los imputados habían sido citados a declarar en la jornada de este lunes, pero la comunicación de la alerta por la identificación del primero camino de la frontera portuguesa ha motivado que además, se celebrase una vista en la que las acusaciones pedían reforzar las medidas cautelares, sin que haya prosperado.
