Primarias de Ciudadanos

Inés Arrimadas se impone con claridad y será la primera presidenta de Ciudadanos

Francisco Igea obtiene un meritorio 23% de los votos, pero se queda lejos de su objetivo

Inés Arrimadas, nueva presidenta de Ciudadanos, en la presentación de Unidos y Adelante Efe | Vídeo: EP
Juan Casillas Bayo

Juan Casillas Bayo

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Por azar o por capricho del destino, el 8 de marzo del 2020 será recordado en Ciudadanos (Cs) con especial lustre. No es, para esta formación, un Día Internacional de la Mujer cualquiera. En una política copada por liderazgos masculinos, el partido ha escogido a Inés Arrimadas para tomar sus riendas tras la dimisión de Albert Rivera por los pésimos resultados del 10-N.

Cs se enfrentaba por primera vez a unas primarias para presidir el partido con un resultado «a priori» incierto. Francisco Igea , vicepresidente de Castilla y León y miembro de la ejecutiva de Rivera, dio un paso adelante el 25 de febrero, un día antes del límite del plazo , para hacer frente a la portavoz en el Congreso de los Diputados.

Igea ya sabía lo que es vencer unas primarias al aparato del partido -derrotó a la expopular Silvia Clemente en las famosas elecciones del pucherazo en Castilla y León -, pero esta vez su discurso crítico y su apelación a la épica no han sido suficientes. Arrimadas se ha impuesto con un rotundo 76 por ciento de los sufragios, tras dos jornadas de votación con un 59,5 por ciento de participación entre la militancia. Igea se ha quedado en el 22 por ciento de apoyos, por el 0,74 por ciento del tercero en discordia, el valenciano Ximo Aparici .

Aunque la victoria de Arrimadas es contundente, se queda lejos del 87,3 por ciento del voto que obtuvo Rivera en 2017 frente a los «desconocidos» Diego de los Santos (6,5%) y Juan Carlos Bermejo (6,2%). Fuentes del equipo de Igea ven el vaso medio lleno y celebran que la época de las unanimidades en Cs ha terminado.

Una carrera de cuatro meses

Han pasado casi cuatro meses desde que el 11 de noviembre, ante la plana mayor de su partido, Rivera pronunció un emocionante discurso con el que ponía fin a su aventura de trece años en política . Ahora, por primera vez en su breve historia, Cs tendrá que seguir sin él a la cabeza.

Aquel día, tras derrumbarse en las urnas y caer de 57 a diez diputados, había convocado un Comité Ejecutivo de urgencia. Igea llegó reclamando que Cs volviese a ser «útil», pero las críticas cesaron cuando el único presidente que habían tenido, a puerta cerrada, les comunicó que asumía toda responsabilidad en primera persona.

Después compareció ante la prensa, rodeado de un mar de lágrimas. Lloraba Arrimadas, siempre fiel, pero su nombre empezó a ganar fuerza en cuanto Rivera bajó de la tarima habilitada en la sede nacional de Cs para las ruedas de prensa. Ella se refugió durante una semana y el 18 de noviembre, en pleno embarazo y después de hablar con varios dirigentes, confirmó que se iba a postular para ser presidenta.

El 11 de noviembre se activó la cuenta atrás para la sucesión de Rivera, que oficialmente se completará el próximo domingo

Entonces hubo un cierre de filas. Igea dijo una y mil veces que ella era «la mejor candidata», pero trató de calar el mensaje de que era necesario un cambio en el modelo de partido que permitiese a sus afiliados elegir de forma directa a sus líderes territoriales. Arrimadas, impermeable, defendió un funcionamiento similar al actual: «sin baronías» y sin formar «diecisiete PSC». En otras palabras, su apuesta era mantener el hiperliderazgo , aunque con más escucha a la militancia.

A finales de diciembre, Igea cambió de táctica y lanzó su primera amenaza: si no había cambios en el modelo de partido, no le quedaría más remedio que presentarse. Seguía insistiendo en que Arrimadas era «la mejor», pero apuntaba que él hablaba de «ideas» y no de «personas». Su movimiento, Ciudadanos Eres Tú , logró el respaldo de 107 de las 135 agrupaciones a las que llevaron su enmienda a la totalidad para cambiar los estatutos . Cs suma 864 agrupaciones.

En ese periodo, Arrimadas había ejercido de líder de facto de Cs con la famosa «vía 221» primero, y con los «acuerdos transversales» con el PP después. La connivencia de la gestora dejaba claro ya con quién estaba el sector oficialista.

El equipo de Igea ve con cierto optimismo esta derrota porque, por primera vez, han quedado en entredicho las famosas «unanimidades» de Ciudadanos

El vicepresidente castellano y leonés elevó el tono hasta un punto de no retorno con aquello de que los estatutos son «leninistas», que Cs está «en muerte crítica» o que a Arrimadas le falta «capacidad de entender y de escuchar» ; pero su último test para optar o no a la presidencia era la elección de compromisarios . Estos, que ejercen de delegados del resto de la militancia en la Asamblea General , determinan con su voto el modelo y la estrategia del partido .

La elección de compromisarios, prevista el 22 y 23 de febrero, se aplazó al siguiente fin de semana por un error en el voto telemático . Igea tuvo que presentarse a ciegas, y después recibió su primera derrota al comprobar cómo el 78 por ciento de los compromisarios electos eran afines a su rival.

La jerezana será la primera mujer en presidir Cs, después de ser la primera en ganar unas elecciones catalanas. Dijo el pasado viernes que le gustaría vivir en un mundo en el que no se escuche «la primera mujer que», pero ella, de momento, lo pone difícil.

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