Disturbios en Roquetas de Mar (Almería) tras la muerte de un inmigrante
Disturbios en Roquetas de Mar (Almería) tras la muerte de un inmigrante - IMAGEN: IDEAL DE GRANADA

Incendios «incontrolados» en Roquetas tras la muerte de un inmigrante

El hombre, originario de Guinea Bissau, fue apuñalado durante una discusión de tráfico

Los compatriotas del fallecido culpan de la muerte a personas de etnia gitana

Roquetas de Mar (Almería) Actualizado: Guardar
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La localidad almeriense de Roquetas de Mar, que celebraba el pasado martes el Gordo de la Lotería de Navidad, se encuentra en máxima tensión a raíz de la muerte violenta de un hombre natural de Guinea Bissau, de unos 40 años e identificado como A. M., quien recibió en la madrugada del viernes varias puñaladas mortales en el estómago tras una discusión en la calle Valle de Orotava.

Más de medio centenar de agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, apoyados por guardias de Roquetas de Mar, Vícar, El Ejido y Almería, intentaban hacer frente a una oleada de violencia protagonizada por más de 300 compatriotas y amigos del fallecido, quienes desde primeras horas de la mañana del viernes iniciaron altercados en la zona donde apareció el cadáver, en la barriada del Joaquinico, exigiendo justicia.

Los hechos, que recuerdan a los acontecidos en 2008 en la misma zona tras la muerte a puñaladas de un senegalés de 28 años, convirtieron ayer la localidad roquetera en un escenario dramático. En concreto, los barrios que se agolpan en la carretera de La Mojonera (200 Viviendas, Joaquinico, Melilleros y Cortijos de Marín) anochecieron con distintos incendios provocados por los manifestantes que, «descontrolados», prendieron fuego a contenedores e incluso lanzaron cócteles molotov a los agentes que trataban de calmar los ánimos. De hecho, tres guardias civiles tuvieron que ser trasladados al centro de salud de Roquetas norte con heridas leves en brazos y piernas.

La situación en la localidad, «muy crítica» y en la que manifestantes formaron varias «barricadas» para frenar a los antidisturbios, según describieron algunos testigos en torno a las 22.30 horas, también registró destrozos en vehículos oficiales de la Guardia Civil y en varios turismos de residentes de la zona, que fueron «apedreados» cuando iban en marcha.

Una «discusión de tráfico»

La fuerte tensión generada en la zona obligó a la Subdelegación del Gobierno a desplegar más efectivos de la Guardia Civil, quienes trataron durante toda la tarde y sin éxito calmar los ánimos de centenares de compatriotas del fallecido, que intentaron acceder al edificio donde supuestamente residían los autores de la muerte violenta, que no han sido detenidos, si bien los agentes de la Guardia Civil frenaron el asalto.

El cuerpo sin vida de A. M. apareció a las 3.55 horas de la madrugada del viernes en la calle Valle de Orotava, tumbado boca arriba en una acera y con signos de haber sido atacado con un arma blanca. Los primeros altercados se produjeron cuando se realizó el levantamiento del cadáver, sobre las 6.30 horas, cuando un grupo de familiares empezaron a exigir justicia y a lanzar objetos contra los agentes.

La investigación apunta a que todo se produjo por una «discusión de tráfico». Así lo señalaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, quienes concretaron que el fallecido iba circulando con su vehículo por la calle Valle de la Orotava cuando un grupo de personas, de etnia gitana y en paradero desconocido, se encontraban sentados «en mitad de la vía», celebrando la Navidad, y no le permitieron pasar. El fallecido salió del coche y, tras una violenta discusión, recibió dos puñaladas mortales en el abdomen.

Luego, un trabajador de una gasolinera cercana sufrió heridas leves al tratar de impedir que compatriotas del fallecido sustrajeran gasolina con la intención de quemar la vivienda de los supuestos autores del crimen.

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