El hijo de Iturgaiz, acosado en un partido de fútbol: «¡Te vamos a quemar vivo con tu puto padre!»

Mikel Iturgaiz, de 23 años y jugador del Askartza, pidió al árbitro que tomara nota de lo que estaba ocurriendo: «Me gritaban que tuviera cuidado al salir, que mirara bien el coche»

Mikel Iturgaiz, durante el partido del sábado El Correo

S.E.

Mikel Iturgaiz , de 23 años y jugador del Askartza, es también el hijo de Carlos Iturgaiz , líder del PP vasco. Ese fue el motivo que llevó a unos radicales a insultarle y acosarle durante la final de Copa de Preferente entre el Gernika Sporting y el Askartza, según ha informado 'El Correo' , donde se ha expresado de forma contundente: «No voy a tolerar que me acosen por ser hijo de Carlos Iturgaiz, ni antes ni ahora. Estamos en pleno siglo XXI».

Los problemas surgieron nada más comenzar el partido, que ponía punto y final a toda la temporada. Un grupo de aficionados del Gernika Sporting, que estaban fuera del estadio, fueron los primeros en lanzarle improperios, todos ellos relacionados con su vínculo familiar. La cosa fue a peor, según relata Iturgaiz: «Cada vez que atacaba en ese área era un acoso total, un infierno» . A los diez minutos de partido, se dirigió al árbitro para que tomara nota de lo que estaba ocurriendo: «Me gritaban que tuviera cuidado al salir, que mirara bien el coche , que mi padre es un no sé qué y un no sé cuántos...».

Al acabar el partido, algunos de esos aficionados se adentraron en el campo para «encararse y agredir al jugador número 23 del Askartza», según recogió el árbitro en el acta del partido. «Mis amigos bajaron y me ayudaron a llegar al vestuario porque la cosa se estaba poniendo caliente. Afortunadamente no me pasó nada», recuerda Mikel, quien en palabras a 'El Correo' se muestra agradecido tanto con el trío arbitral como con los jugadores y el entrenador del equipo rival : «'Chapeau' por ellos, me arroparon en todo momento».

En octubre, Iturgaiz ya tuvo que aguantar que unos desconocidos le destrozaran los retrovisores de su coche. «Uno sabe de quién es hijo y a lo que se enfrenta, siempre he vivido con ello. ¿Pero a estas alturas? Me da todavía más rabia porque eran unos chavales», afirma.

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