Detenido el armador del Rúa Mar, el barco que se hundió en enero, por trabajar para el clan de los Pantoja

Golpe de la Policía Nacional a la compañía que usaba sus pesqueros para transportar hachís y blanqueaba para los narcos

La Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional ha detenido a Pedro Manuel Maza , armador de la compañía «Pesqueras Tamares» de Algeciras, y a otras cuatro personas en una operación que se está llevando a cabo en el Campo de Gibraltar. La empresa es la propietaria del Rúa Mar, el barco que naufragó el pasado 23 de enero a unas siete millas de Tarifa (Cádiz) con sus seis tripulantes a bordo. Tanto este palangrero como otros buques de la empresa trabajaban, según confirmaron a ABC fuentes policiales, para el conocido clan de los Pantoja, cuyo jefe fue detenido hace tres semanas.

Según las investigaciones, no solo habían puesto sus barcos a disposición de los narcos para cargar hachís en las costas marroquíes, sino que su estructura económica estaba al servicio del clan para de esta forma blanquear el dinero obtenido con la droga . Entre los arrestados está también el padre de Maza, el primer armador de la pesquera, muy conocida en la zona.

Los agentes han encontrado de momento un zulo vacío en Los Barrios y siguen llevando a cabo registros en puntos de Algeciras y del resto del Campo de Gibraltar. La operación forma parte de una investigación que lleva casi dos años desarrollando el Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional y es una de las de mayor calado realizadas hasta el momento.

El Rúa Mar se hundió en aguas marroquíes y después de más de un mes de rastreo solo pudieron recuperarse los cadáveres de Antonio Javier Maza , el patrón y tío del armador y el del marinero Óscar Maquera .

El barco había zarpado la noche del miércoles 22 de enero del puerto de Barbate, en Cádiz, con el patrón y cinco marineros más a bordo. Fue el único en salir aquella noche a la mar, porque los pronósticos metereológicos eran muy adversos y navegar en esas condiciones, con ese palangrero de apenas 14 metros de eslora, era como lanzar una moneda al aire. La radiobaliza del pesquero, que se activa automáticamente en caso de caer al mar, lanzó una señal de socorro...

El punto marcado por el dispositivo estaba a 28 millas de Cabo Espartel, cerca de Marruecos. Antes de esa señal, su última posición constatada lo situaba, a la una de la madrugada, en aguas españolas. Estaba claro que los tripulantes ni siquiera habían tenido tiempo de lanzar un «mayday» o cualquier otra señal de socorro. Mal asunto. El armador Pedro Maza confirmó pronto que había perdido toda conexión con ellos.

Pronto se tuvo la certeza de que el pesquero, construido en acero en 1997, había naufragado. Los equipos de rescate, en esas primeras horas angustiosas, no encontraron ni rastro de él. La posibilidad de supervivientes era remota; mucho más después de localizarse las dos balsas submarinas del palangrero, lo que confirmaba que los desaparecidos no habían tenido tiempo de ponerse a salvo. Las imágenes de los familiares abrazándose en puerto, desesperados por las noticias, revelaban la magnitud de la tragedia...

Cinco días después del naufragio fue localizado el cadáver del patrón, Javier Maza, en las proximidades de las costas de Tarifa. El día 29 fue hallado también el cuerpo sin vida de Óscar Maquera, uno de los marineros. Ninguno llevaba puesto el chaleco salvavidas. Otra prueba más de la rapidez con la que ocurrió todo.

Mucho antes de saltar su nombre a los medios de comunicación por el naugragio, en concreto desde hace año y medio según las fuentes consultadas por ABC, el «Rúa Mar» estaba en el punto de mira de la Policía y de la Audiencia Nacional. En realidad, no sólo ese pesquero y su tripulación, sino varios barcos más de los que faenan en la zona. La sospecha es que una poderosa organización, con peso específico en el Campo de Gibraltar, se dedica a transportar hachís desde Marruecos a las costas gaditanas utilizando esa tapadera, más segura que las narcolanchas a criterio de los narcotraficantes.

El objetivo de las pesquisas no era solo el Rúa Mar, sino también los narcos dueños de la mercancía a ambos lados del Estrecho, pues los marineros muertos, en todo caso, solo se dedicarían al transporte . De ahí, que los clanes clásicos –en libertad o encarcelados– estén en alerta.

El Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional investigaba a la organización que, según las pesquisas, había reclutado varios «narcopesqueros», pero las investigaciones aún no habían arrojado resultados definitivos. Tras comunicársele esa investigación en marcha al Juzgado número 1 de Algeciras, encargado del siniestro del Rúa de Mar, trascendió la noticia, adelantada por Europa Sur. Los familiares de la tripulación, por su parte, niegan que sus allegados tuvieran cualquier vínculo con el tráfico de drogas.

«Estamos hablando de barcos muy pequeños, como el caso del «Rúa Mar». Si hay un transporte de droga, están todos al tanto», explican fuentes conocedoras de las pesquisas, que reconocen que una parte de la investigación se ha frustrado por las filtraciones. No obstante, cuentan con más datos concretos sobre quiénes pueden estar al frente de la organización. Recuerdan que no es la primera vez en los últimos meses que se detecta este negocio paralelo de algunos pesqueros en el papel de transportistas.

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