La contradicción de los populistas
Podemos rechaza el «excesivo acento» del pacto sobre el Código Penal, pero asume que la unidad es necesaria
La formación morada ha rechazado desde el primer momento suscribir el pacto antiyihadista argumentando que no es eficaz y recorta derechos civiles. El argumento principal esgrimido por el secretario general de la formación, Pablo Iglesias , ha sido desde el principio el «excesivo acento» que el texto pone en el derecho penal.
Sin embargo, de los ocho puntos que incluye el acuerdo, solo dos hacen referencia a modificaciones en el Código Penal y uno de ellos para constatar lo que ya recogía la legislación vigente: que los delitos de terrorismo con resultado de muerte serán penados con la máxima privación de libertad.
La única novedad en este punto es la aprobación de la nueva prisión permanente revisable pero esta pena sería de aplicación para estos delitos existiera o no el pacto antiyihadista. Subrayaba también la formación que dirige Iglesias que esos dos artículos suponían una renuncia a las garantías del sistema penal. Sin embargo, uno de los puntos contenidos en el acuerdo establece que la mejora en la eficacia de la lucha contra el terrorismo debe estar casada con el fortalecimiento de las garantías de derechos y libertades de los ciudadanos.
El exesivo hincapié en el derecho penal del texto es el principal escollo esgrimido por los de Iglesias para no sumarse al pacto
De hecho, el rechazo de Podemos a apoyar este pacto resulta cada vez más embarazoso para sus propias filas ya que tras los últimos atentados su dirección se ha visto obligada a reconocer que la unidad y el consenso de todas las fuerzas parlamentarias es necesario para hacer frente a esta lacra. Pese a ello no mueve, por ahora, su postura y se mantiene como «observador» en las reuniones.
Una reunión «útil»
Así seguirá en las próximas citas que convocará el ministro del Interior, según confirmó ayer su diputado Rafael Mayoral tras asistir a una reunión en el Ministerio que, paradójicamente, calificó de «útil». Mayoral evitó ayer explicar a la opinión pública sus razones para no estar en la firma del acuerdo antiyihadista. «No voy a entrar hoy al detalle, hoy no toca», despachó a la Prensa, aunque deslizó su rechazo a que el pacto se «decidiera» entre PP y PSOE en 2015. Sí reconoció que con su presencia ayer Podemos intenta «estar a la altura de la ciudadanía», buena parte de la cual no entendería su ausencia y censura su ambigüedad.
La figura del observador fue inventada por Podemos para tener acceso a la información confidencial que el Gobierno comparte con los grupos parlamentarios, sin asumir compromiso alguno con las políticas y medidas acordadas en las mismas. Mayoral agradeció la «flexibilidad» de Zoido al permitir su presencia en la reunión pese a no firmar el texto y rechazó que se le cierre la puerta a reuniones futuras. «No contemplamos el escenario de exclusión», aseveró.
El ministro, el PP, Ciudadanos y los partidos minoritarios suscriptores del acuerdo exigieron a Podemos y los nacionalistas mayor compromiso. El PSOE se conformó con tenerles en la fotografía.
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