Celia Villalobos, una carrera política pintada por la polémica

La diputada malagueña puede presumir de tener una de las trayectorias más longevas dentro del PP

Celia Villalobos Ángel de Antonio

ABC

La dirección del Partido Popular decidió este lunes excluir a la veterana Celia Villalobos de la Diputación Permanente del Congreso, donde ha permanecido 29 años. Desde el inicio de las primarias del PP, Villalobos apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría y se mostró contraria a la candidatura de Pablo Casado. La exministra mantendrá su escaño y la presidencia de la Comisión del Pacto de Toledo, pero será relevada de la Diputación Permanente, puesto que ocupará la murciana Isabel Borrego.

Celia Villalobos (Málaga, 1949) inició su vida parlamentaria en el año 1986, durante la tercera legislatura de la democracia española. Su hoja de registros quedó inaugurada por un gesto que, de algún modo, retrataría su porvenir: fue la única diputada de la Alianza Popular de Manuel Fraga que prometió el cargo en vez de jurarlo. Su primer gran cargo llegó en 1995, cuando fue elegida alcaldesa de Málaga . Villalobos encarnaba la imagen progresista del PP. El cargo de su marido, Pedro Arriola, como asesor, primero de Aznar y luego de Rajoy, hizo que su posición dentro del partido se cuestionara constantemente.

Cuando acababa de afianzarse al frente de la alcaldía malagueña al consolidar su segunda legislatura con un nuevo triunfo en las urnas, Villalobos renunció al sillón municipal para convertirse en ministra de Sanidad y Consumo . El manejo de la crisis de las vacas locas y la creación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria fueron frentes destacados en los que tuvo que bregar durante su etapa en el Ejecutivo.

Con la llegada del Partido Popular al Gobierno en 2011, Rajoy la propuso como Vicepresidenta Primera del Congreso de los Diputados, cargo que ejerció hasta 2015. Ya en la segunda legislatura de Rajoy, Villalobos tuvo que abandonar la Mesa del Congreso después de 13 años como miembro. Como compensación, entró a formar parte de la dirección del grupo popular como una de las portavoces adjuntas. Pieza añeja en el engranado del PP, ni siquiera el paso a un lado que se vio obligada a dar torció su lealtad al partido: «Siempre he estado donde se me ha pedido que esté».

Sus momentos más polémicos

La veterana diputada ha protagonizado en varias ocasiones momentos y escenas polémicas. En 2007, un vídeo muestra el enfado de Villalobos con su chófer «Manolo» mientras esperaba a que saliera del párking. En 2015, las cámaras del Congreso de los Diputados la grabaron jugando al Candy Crush durante un discurso de Mariano Rajoy. Ese mismo año, en una sesión de puertas abiertas del Congreso, Villalobos se enzarzó en un improvisado debate con Pablo Iglesias, quien todavía no era diputado, momento que captaron todos los periodistas presentes. La diputada le echó en cara que sacase a colación asuntos que no venían a cuento, como en aquel caso era el Banco de España, inmersa como estaba la Cámara en una jornada donde las pensiones centraban el foco de atención.

La última salida de tono de Villalobos tuvo lugar tras la moción de censura contra Mariano Rajoy. A las preguntas de una periodista de La Sexta, la malagueña no quiso contestar y propinó un manotazo al micrófono . Una mezcolanza de heterodoxia, posiciones tolerantes en materias como el aborto y un hablar directo y desencorsetado que dibujan a una política de corte progresista y reflejo inconfundible.

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