La cara real de la ANC: precariedad y abusos

Un exempleado de la entidad denuncia «violaciones de derechos laborales, precarización y nepotismo»

Carme Forcadell cuando era presidenta de la ANC ABC

Miquel Vera

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Desde su fundación en el año 2011 la Assemblea Nacional Catalana (ANC) se ha dedicado a impulsar el independentismo con manifestaciones masivas y campañas de presión a los partidos nacionalistas. También se ha caracterizado por señalar a las formaciones y grupos que defienden la Constitución. Con la inestimable ayuda de la Generalitat y sus medios afines, en menos de una década, la entidad se ha alzado como un colosal instrumento político con más de 40.000 miembros, decenas de miles de simpatizantes y voluntarios y presencia en las instituciones catalanas.

Ejemplo de esto es su primera presidenta , Carme Forcadell , que saltó de la entidad a presidir (2015-2017) el Parlamento de Cataluña de la mano de ERC, o Jordi Sànchez , que relevó a Forcadell (2015-2017) y, tras el procés político y judicial, lidera ahora codo con codo con Carles Puigdemont el movimiento partidista (Crida Nacional) que quiere aglutinar lo que en su día era Convergència i Unió.

La ANC ha sido definida por algunos analistas como un auténtico movimiento «peronista» con las particularidades del nacionalismo catalán . Siempre al lado de los gobiernos de la Generalitat , la ANC propone que el secesionismo colonice todos los aspectos del día a día de los catalanes. Una especie de actualización del célebre «Programa 2000» que dejó negro sobre blanco el «pujolismo» a inicios de los años noventa del pasado siglo. Hace poco fue la Cámara de Comercio de Barcelona y ahora la mirada está puesta en el F. C. Barcelona. Cualquier excusa es buena para intentar convencer al vecino de las supuestas bondades del independentismo.

«Nepotismo»

No obstante, detrás de este aparente éxito organizativo se esconden prácticas deshonestas tanto a nivel laboral como humano. Así lo ha denunciado recientemente el exempleado de la entidad Christophe Bostyn -especialista en relaciones internacionales y comunicación y actualmente residente en Bélgica-, que acusa a la mayor plataforma independentista de Cataluña de «violaciones de derechos laborales, precarización, nepotismo y mala gestión». Según desvela Bostyn en un extenso relato que se ha hecho viral en las redes sociales de internet, las prácticas de maltrato laboral son habituales en la ANC.

Relata que cuando entró a trabajar en la entidad en 2017 le sorprendió el bajo sueldo que le ofrecieron, así como las condiciones laborales de su contrato en una organización que prometía ser «ejemplar». También acusa a los responsables de la ANC, ahora bajo la presidencia de Elisenda Paluzie (desde 2018), de callar las críticas y las reivindicaciones con ascensos arbitrarios y «bonos» a los empleados fieles.

«El motivo es el de siempre allí donde se cultiva la subordinación y la dominación del trabajador: ''Compórtate y haz lo que te digamos o te echamos fuera cuendo nos dé la gana''», lamenta Bostyn, al señalar como artífice de esta estrategia a Joan Canadell , actual presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona. Canadell formó parte de la dirección de la ANC y ahora compagina su presidencia en la Cámara con la militancia en la Crida Nacional y la dirección de sus gasolineras Petrolis Independents.

«En negro»

«Otra cosa nos preocupaba a algunos trabajadores: la recepción. (...) La situación de esta gente era precaria. Cuando nos interesamos, el nivel de esta precariedad era alarmante. Cobraban de su empresa 380 euros netos. El resto en extras y en negro. Uno de ellos tenía osteoporosis reconocida y sufría físicamente mientras trabajaba», añade el exempleado. Según afirma, a las condiciones laborales y el ambiente de la ANC se le sumaban los despidos constantes y la gente que abandonaba «desgastada y asqueada». «Eso sí, algunos pluses sí se daban a algunos trabajadores. En secreto. A los que eran buenos chicos o chicas. No según convenio, claro», asegura.

Además de acusar a la dirección de la entidad de desentenderse de los trabajadores y hacer decenas de ascensos y nombramientos «a dedo», el extrabajador también ha compartido en internet documentos internos de la ANC en los que se muestra la competencia con Òmnium Cultural -la otra gran organización independentista catalana- en la captación de socios.

Por otra parte, Bostyn acusa a la Assemblea de «malbaratar» cantidades ingentes de recursos (hasta medio millón de euros) en proyectos de «amigos políticos», como las primarias creadas por Jordi Graupera p ara formar una candidatura independentista unitaria en las últimas elecciones municipales. Ese proyecto se saldó con un sonoro fracaso: cero concejales.

Amenaza de la ANC

La opinión e información aportadas por el exempleado de la ANC -que no quiso dar más explicaciones cuando ABC contactó con él- ha obligado a la entidad independentista a hacer un comunicado dando su punto de vista por los supuestos abusos laborales . «La entidad se reserva el derecho de actuar ante la Justicia para preservar su buen nombre», aseveró la ANC en una nota de prensa en la que amenaza a Bostyn con tomar medidas legales. Asimismo, la organización acusa a su extrabajador de lanzar estas acusaciones en pleno proceso electoral interno. Sin embargo, Bostyn no es el único que critica el funcionamiento de la ANC. Este viernes, uno de los aspirantes en esos comicios acusó a la entidad de «persecución» y de «depurar» candidaturas.

En el plano laboral, la entidad asegura que en julio de 2019 se llegó a un acuerdo con la plantilla de la ANC que permitió atender «gran parte de sus demandas» y que esto conllevó el paso a una categoría profesional superior para una parte importante del equipo y una mejora salarial de todos sus miembros. «Estas mejoras se aplicaron con retroactividad a 1 de enero de 2019», añade la ANC. «A finales de mayo de 2019 el señor Bostyn anunció por escrito su voluntad de dejar la entidad. Esta marcha se materializó a principios de octubre de 2019. Desde entonces ha ido difamando la entidad en las redes sociales regularmente. Ahora lo hace en medio del proceso electoral», concluye la ANC, entidad discutida en privado por ERC y su entorno por sus posicionamientos radicales y su cercanía con Puigdemont y JpC.

Agujeros contables

Las prácticas laborales y las finanzas de la ANC siempre han estado bajo sospecha . ABC publicó en 2014 que la entidad no justificaba en las cuentas del año anterior ingresos por valor de 1,5 millones de euros, según admitía la propia asociación en su contabilidad. Según las actas del Secretariado Nacional -la dirección de la ANC-, la organización reconocía entonces la existencia de irregularidades y valoró distintas opciones para tratar de justificar los ingresos con el fin de evitar que Hacienda los detectara.

El caso no llegó a investigarse judicialmente ya que el Juzgado de Instrucción 14 de Barcelona archivó la denuncia de Manos Limpias, que entre otros asuntos consideraba que la ANC había cometido un delito fiscal .

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