Aznar avala el plan B de Casado y carga contra Ciudadanos por pactar con Sánchez

Mariano Calleja

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14/05/2020
Actualizado a las 09:20h.

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Muy atrás queda ya el tiempo en que José María Aznar flirteaba con Ciudadanos y ponía por las nubes a Albert Rivera . En España gobernaba entonces Mariano Rajoy , y su antecesor en el PP no perdía oportunidad de marcar distancia con él y elogiar al partido que empezaba a hacerle sombra por el centro-derecha y ya le adelantaba con claridad en Cataluña. Ahora, Aznar ha dejado de confiar en Ciudadanos. Por segunda semana consecutiva, desde la fundación que preside, FAES, se han lanzado ataques contra la formación que lidera Inés Arrimadas por su acercamiento al Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, materializado la semana pasada con su voto afirmativo a la cuarta prórroga del estado de alarma .

«Es evidente que Ciudadanos constituye la pieza que Sánchez quiere cobrarse», advirtió ayer la fundación de Aznar . A su juicio, «Sánchez quiere convertir Ciudadanos en el correturnos de la mayoría Frankenstein ». FAES alerta de las desavenencias internas que puede producir ese nuevo papel de Ciudadanos, como se ha visto ya con la marcha de algunos referentes del partido: «Aunque algunos puedan estar satisfechos por haber recobrado tanto foco mediático, no es seguro que todos acepten ese papel, tan útil para Sánchez, tan intrincado para Ciudadanos».

Con Pablo Casado al frente del Partido Popular, y tras la renuncia de Rivera, Aznar dejó de ver a Ciudadanos como una opción alternativa en el centro-derecha. Como ha subrayado con insistencia desde que comenzó la nueva etapa en Génova, la única posibilidad de doblegar a la izquierda pasa por unir el voto del centro-derecha en el Partido Popular. Aznar no ha ocultado la antipatía, ni la discrepancia, que le produce Vox, un partido «populista» al que un día le advirtió: «A mí nadie me dice a la cara derechita cobarde». Ha sido en estas últimas semanas cuando su fundación ha dirigido sus principales ataques contra Ciudadanos.

Hace apenas una semana, cargó contra este partido por su «inexperiencia» y por «humillarse» ante Sánchez, al concederle el «sí» en el debate sobre la prórroga del estado de alarma , mientras que el PP se decantó por la abstención. «Cuando la recomendación esencial para no contagiarse es mantener las distancias, deciden arrimarse», subrayó FAES.

En su último análisis, publicado ayer, esta fundación critica la «ineficacia» del mando único del Gobierno para gestionar este estado de alarma, y defiende la necesidad de abandonar esa situación excepcional con la aplicación de la legislación ordinaria. Es decir, avala la estrategia diseñada por Casado para ofrecer un plan B.

Ante los movimientos de Ciudadanos, en Génova insisten en recalcar la «muy buena relación» que existe entre Casado y Arrimadas , quienes hablan de forma habitual, en un tono «cordial y de colaboración». Pero reconocen que asistieron sorprendidos al giro de la semana pasada, y que ahora están expectantes ante los pasos que sigan dando. De hecho, en el PP recuerdan que hay pendiente una campaña electoral en el País Vasco, en la que los dos partidos van juntos y con el mismo candidato, Carlos Iturgaiz. Si se consolida ese acercamiento de Ciudadanos al Gobierno, la campaña se presentará bastante interesante a la hora de comprobar si la fórmula «Suma» en el centro-derecha cuaja o se queda en el intento.

En su última comparecencia ante los medios de comunicación, Casado se remitió a la entrevista que publicó ABC el domingo pasado , en la que Arrimadas dejó claro que no peligraban los acuerdos de gobierno con el PP en ayuntamientos y comunidades. Fuentes populares dan por sentado que Ciudadanos no intentará romper ningún acuerdo, entre otras cosas porque ese paso «aceleraría su final». Ante la posible negociación de los Presupuestos de Arrimadas con el Gobierno, Casado lanzó una advertencia a Ciudadanos: Sánchez quiere «cuadrar» sus cuentas con subidas fiscales a las clases medias.

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