La V Asamblea General de Ciudadanos arranca con un reconocimiento cerrado a Rivera y escasa autocrítica

El Comité Ejecutivo saliente evita analizar en detalle las causas del desplome del 10-N

El partido presenta unas cuentas con superávit, muy aplaudidas por los compromisarios

Imagen de la noche electoral del 10 de noviembre del 2019 en la sede de Ciudadanos
Juan Casillas Bayo

Juan Casillas Bayo

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Un mes y medio después de lo previsto, la V Asamblea General de Ciudadanos (Cs) ha echado por fin a andar. El coronavirus provocó su suspensión, pero el partido liberal ha recurrido a la tecnología para iniciar hoy un proceso de cuatro días que pondrá fin a la renovación de la formación tras la dimisión de Albert Rivera .

En esta primera jornada, en la que se han dado a conocer los informes de gestión del anterior Comité Ejecutivo , de cuentas y de la Comisión de Garantías , ha goleado la alabanza a la autocrítica, cuya ausencia ha sido especialmente notoria en la actuación de la anterior ejecutiva, que llevó a Cs a descender en menos de siete meses de los 57 diputados obtenidos el 28-A del año pasado a los diez del 10-N.

Eran las diez de la mañana y de los 506 compromisarios con derecho a participar en esta asamblea -355 electos, los miembros del Consejo General saliente, los de la gestora y los del nuevo Comité Ejecutivo- ya se habían inscrito 498. En esta primera jornada virtual han llegado a conectarse 426 personas, pero los compromisarios que por cuestiones personales o laborales no han podido disponen ya de la presentación de los distintos informes en la sección interna de la web del partido.

El primero en tomar la palabra ha sido el presidente del Consejo General de Cs, Manuel García Bofill , que ha reclamado un minuto de silencio en homenaje a las víctimas del Covid-19 . Por primera vez desde que se fundó el partido en 2006, Rivera no participaba en esta asamblea y para él han sido sus primeras palabras ya en clave interna.

«Él nos ha enseñado a ser valientes, a no rendirnos, nos ha demostrado que era posible. Que imposible, en definitiva, es una opinión», ha expresado Bofill, sobre el ya expresidente de Cs. Pero también ha reconocido a la nueva presidenta de la formación, Inés Arrimadas , de quien ha subrayado que «ha sabido ser la voz de los que demasiadas veces han tenido que callar».

«Unidos por la libertad»

«Unidos por la libertad», como reza el lema escogido para este congreso, los liberales han arrancado así su esperada asamblea. El primer informe, el del Comité Ejecutivo, lo ha presentado Pablo Sarrión. Trabajador muy comprometido con el partido que ocupó un puesto simbólico en la lista por Madrid en las últimas elecciones, pero que no formaba parte de la dirección.

En la exposición, ha pesado sobre todo el crecimiento experimentado por el partido entre 2017 y 2019, pero, como ha sido habitual hasta ahora, se ha pasado de puntillas por el pésimo resultado del 10-N . «A la vista de los resultados cosechados, con diez diputados en el Congreso, parece claro que esa propuesta dual, intentar cambiar el Gobierno de Sánchez, pero ofreciendo la solución de Estado en caso de que fuera necesaria, no supo o no pudo movilizar a los electores que confiaron en nosotros en abril. Cs, como partido de centro, se vio además perjudicado por una repetición electoral a nivel nacional», eso ha sido lo más cercano a un ejercicio de análisis y autocrítica.

Ni se han admitido errores de estrategia ni de tiempo en la ejecución. El informe del Comité Ejecutivo presume de mantener la promesa electoral del 28-A de no hacer presidente a Sánchez, pero también defiende el cambio de criterio «in extremis» y la «solución de Estado» planteada al PSOE para buscar una salida, a una semana de la convocatoria automática de nuevas elecciones, junto al PP y a Cs.

Las responsabilidades se «asumen en primera persona» el 11 de noviembre con la dimisión de Rivera y, posteriormente, de su núcleo duro. A día de hoy, y ya no se espera que se produzca, el partido continúa sin hacer un análisis público de las causas del desplome entre las elecciones de abril -su mejor resultado histórico- y las de noviembre.

Los liberales sí hacen hincapié en su entrada en más de cuatrocientos gobiernos locales, en cuatro autonómicos o en su histórica victoria en las elecciones catalanas del 2017 bajo el mando de Arrimadas. También se minimiza el descenso de afiliados en los últimos meses, alegando que el partido sigue contando con más que hace tres años.

Así, si en 2017 Cs tenía 22.085 militantes en toda España, en abril de 2019 alcanza los 33.938, pero en noviembre desciende ya a los 28.015. Un descenso que ha continuado «a posteriori» según los datos facilitados por el partido para la participación de los afiliados en las elecciones a compromisarios y en las primarias del mes de marzo . En febrero, eran 27.402 afiliados, de los cuales solo 20.979 superaban los seis meses de antigüedad y estaban al corriente de pagos.

Solidez financiera

Lo que sí ha suscitado el aplauso unánime de los compromisarios del partido es el informe de cuentas presentado por Carlos Cuadrado ; secretario de Finanzas en el anterior Comité Ejecutivo y ahora vice secretario general primero de Arrimadas. La situación económica del partido es buena pese a la merma de ingresos por el mal resultado electoral, y desde 2015 Cs ha completado todos sus ejercicios con superávit.

Cs terminó el 2019 con unos beneficios de 587.712 euros aun con el elevadísimo desembolso por el ciclo electoral. El partido gastó casi 39 millones de euros entre todas las campañas del año, pero eso no le impidió saldar el curso en positivo.

«Quiero agradecer desde aquí a Albert Rivera su dedicación, su vocación y liderazgo en todos estos años. Estar a su altura es el reto más grande al que me enfrento al defender las siglas de Cs. Quiero acordarme también de todo su equipo, especialmente de José Manuel Villegas , Fernando de Páramo y Juan Carlos Girauta », ha expresado Cuadrado, una vez concluida la presentación económica.

Por último, en la mañana de hoy ha presentado el informe de la Comisión de Garantías saliente su presidente, Jesús Galiano , que se ha limitado a ofrecer datos en bruto de las consultas realizadas por los militantes y de las resoluciones dictadas por el órgano que dirige. No se ha detenido en ningún momento a analizar el famoso «pucherazo» de las primarias de Cs en Castilla y León, en las que Garantías tuvo que invalidar la victoria inicial de la expopular Silvia Clemente sobre Francisco Igea tras detectar 82 votos fraudulentos.

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