La vicepresidenta ha estado 13 horas atrapada en Turquía en su viaje a Afganistán
La vicepresidenta ha estado 13 horas atrapada en Turquía en su viaje a Afganistán - efe

Santamaría pone fin a la misión en Afganistán tras 13 horas atrapada en Turquía

El avión que llevaba a la vicepresidenta a Herat sufrió una avería que retrasó el regreso de las tropas a España

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«No podemos olvidar que veníamos a una guerra que ha exigido pleno esfuerzo y sacrificio de los militares desplegados en este escenario de operaciones hasta sus últimas consecuencias». Con estas palabras, la vicepresidenta del Gobierno ha puesto fin a casi 14 años de misión de las tropas españolas en Afganistán. Soraya Sáenz de Santamaría se ha desplazado este sábado a Herat para presidir el acto solemne de la entrega de bandera en un viaje marcado por una avería que la ha tenido retenida 13 horas en Turquía.

La número dos de Mariano Rajoy tenía prevista su llegada a Herat a las 6.30 de la mañana, hora española, y no lo hizo hasta las 19.30. Los pilotos del avión de Air Europa que trasladaban a Santamaría a Afganistán descubrieron una incidencia en un filtro al hacer una escala técnica en el aeropuerto de Tekirdag Çorlu (Turquía), a unos 150 kilómetros de Estambul.

El aparato estuvo detenido en el aeropuerto desde las 2.20, hora española, cuando aterrizó, hasta las 7.20. El vuelo ya había salido de Madrid una hora más tarde de lo previsto.

Como los mecánicos no pudieron reparar la avería en el aeropuerto, el Ejecutivo optó por enviar otra aeronave desde España para sustituir la pieza inservible. Se eligió esta opción porque autorizar un nuevo vuelo habría demorado más la partida. El medio centenar de pasajeros, entre los que se encontraban el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Fernando García Sánchez y el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Jaime Domínguez Buj, fue trasladado a un hotel de tres estrellas situado a 20 minutos del aeropuerto.

Resuelta la incidencia, el avión aterrizó en Herat a las 19.30, hora española, en lugar de a las 6.30 de la mañana. Al ser de noche, no hubo honores como el homenaje a los caídos. La bandera ya estaba arriada cuando llegó Santamaría. La vicepresidenta tenía especial interés en llegar a Afganistán porque los 88 militares pendientes de volver a España debían hacerlo en el avión averiado. Estos efectivos cumplían 6 meses de misión en la ciudad afgana.

Santamaría, que ha mandado firmes a los militares, ha recordado a los fallecidos en Afganistán en el discurso que ha pronunciado durante el acto solemne de entrega de la bandera: «Un centenar de nuestros mejores hombres han dejado sus vidas cumpliendo con su deber en la defensa de un mejor futuro para Afganistán. Nos han dejado una impagable deuda de gratitud que nunca podremos colmar adecuadamente».

Como era de noche, no ha habido honores como el arriado de la bandera o el homenaje a los caídos. La vicepresidenta entregará la enseña nacional al ministro de Defensa para que lo deposite en el Museo del Ejército de Toledo. Pedro Morenés canceló el viernes su viaje por su desplazamiento a Canarias para supervisar las labores de localización de los tres militares cuyo helicóptero se estrelló en aguas del Atlántico.

Con esta ceremonia, España deja la misión Resolute Support de la OTAN, en la que las tropas participaban desde principios de año en la gestión del aeropuerto y de un hospital y ofrecía entrenamiento y asesoramiento a los cuerpos y fuerzas de seguridad de Afganistán. En las últimas dos semanas han ido regresando a España los 570 militares que permanecían en Herat. Está previsto que los últimos efectivos dejen Afganistán el día 27.

España pone fin así a un despliegue que comenzó en diciembre de 2001, cuando el Gobierno aprobó enviar unidades de militares a Kabul dentro de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia (ISAF), acordada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El objetivo era asegurar el control de la capital y sus alrededores en la guerra que se desató tras los atentados del 11 de septiembre. La ISAF finalizó el 31 de diciembre de 2014 y España se unió a la Resolute Support. El personal español del cuartel general de Herat participaba en la gestión del aeropuerto y de un hospital y ofrecía entrenamiento y asesoramiento a los cuerpos y fuerzas de seguridad de Afganistán. El repliegue no supone la retirada total de España de la Resolute Support, pues 20 unidades seguirán en el Cuartel General de la operación en Kabul. Se trata de una presencia testimonial comparada con el máximo de 1.521 efectivos que se desplegó en 2010.

El Ejército ha apoyado al Gobierno afgano para fomentar la estabilidad política y el desarrollo económico y social del país. La mejora de las condiciones ha hecho que la esperanza de vida y la escolaridad de los niños aumenten mientras que la mortalidad infantil ha disminuido en un 70 por ciento. Gracias a la contribución humanitaria española, 18.000 personas tienen ahora acceso a agua potable, otras 15.000 cuentan con alumbrado público y se han mejorado las vías de comunicación. También se ha construido un huevo hospital y se ha formado al personal sanitario para que 18.000 afganos cuenten con atención. En educación, el Ministerio destaca la construcción de 10 escuelas, que supondrá la escolarización de 20.000 niños, y la reducción del analfabetismo.

Desde la llegada de los primeros 350 militares a Kabul en 2002, han muerto 102 personas, entre ellos dos intérpretes. La de Afganistán es la misión que más vidas ha costado a España, seguida de Bosnia-Herzegovina. En el accidente del Yakovlev-42, el mayor siniestro en la historia de las Fuerzas Armadas, murieron 62 militares cuando regresaban a España. Otros 17 soldados fallecieron en Herat al estrellarse el helicóptero en el que viajaban. En este país asiático las tropas españolas han sufrido un atentado suicida por primera vez.

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