Iglesias ve la situación económica española «completamente diferente» a la de Grecia

Verse reflejado en el espejo de Syriza sigue trayendo de cabeza a Podemos. La aceptación del tercer rescate a Grecia por parte del partido hermano viene a desbaratar la estrategia electoral de Pablo Iglesias, que se ha visto obligado a matizar su discurso con respecto al primer ministro griego, Alexis Tsipras. Y a convencer a los suyos de que alinearse con el de Syriza sigue siendo la mejor opción.

Iglesias utilizó su primera comparecencia ante la prensa tras el verano para lanzar un mensaje claro a quienes dentro del partido arremetieron contra la decisión del primer ministro griego -«la posición oficial de Podemos es apoyar a Tsipras», advirtió-, pero no consiguió acallar a sus díscolos, que amenazaban con una nueva división interna.

Tras la reunión del Consejo Ciudadano Estatal (el comité de dirección política del partido) del pasado domingo –en la que Iglesias hizo un llamamiento a la unidad a sus dirigentes– el secretario de Relaciones Internacionales, Pablo Bustinduy, publicó una «reflexión» sobre la situación en Grecia «después de la batalla». Tanto Iglesias como el secretario Político de la formación morada, Íñigo Errejón, suscribieron el texto y lo difundieron por redes sociales y, un día después, el equipo de participación de Podemos lo movió a través de los foros internos de la formación. Se trata, pues, del argumentario de la postura oficial del partido. «Defender al Gobierno griego en el escenario posterior a las negociaciones no es una cuestión de principios o de lealtades, sino una cuestión estratégica de primer orden para nosotros», señala el texto.

Buena situación económica

Pero lo que más sorprende del contenido de dicho análisis no es el alegato en defensa de Tsipras, sino la llamada de Podemos a «pelear con uñas y dientes» el mensaje de que España no sólo tendría más margen que Grecia de encontrarse en una situación similar, sino que tendrá «un escenario completamente distinto». Y los motivos de esa coyuntura diferente «no son que España tenga un PIB cinco veces mayor» al de Grecia -«hemos errado completamente en expresar y explicar la distinción entre Grecia y España»-, sino una situación económica que el de Podemos pone en valor, lejos de las declaraciones de sus dirigentes, que la venían tildando de «catastrófica» y acusando al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de «no ver la realidad de su país».

«Nos financiamos por nosotros mismos en los mercados. La solvencia de nuestro sistema financiero (ya) no depende de una decisión arbitraria del Banco Central Europeo», se vanagloria Bustinduy, otorgando una situación financiera a España que han negado repetidas veces al Gobierno. Aunque no atribuye esta situación a las políticas reformistas de Rajoy, a las que se ha enfrentado frontalmente su partido, sí reconoce que España «no tiene más tutela en el ejercicio político de su soberanía que la que dictan los tratados europeos». Esto es, que goza de la misma capacidad soberana que países como Francia o la propia Alemania, a los que menciona.

La afirmación no sentó del todo bien entre miembros de Podemos, a quienes les chocaba una defensa tan exaltada de «la buena situación económica» con el mantra de que el rescate financiero que Rajoy firmó con Europa en 2012 supuso el fin de la soberanía nacional. «Si dices que España tiene más capacidad negociadora que Grecia porque sus cuentas están más saneadas estás legitimando la gestión de Rajoy», se quejaron fuentes internas del partido.

«Nosotros tendremos más margen porque no tenemos que afrontar nada que se parezca en absoluto a lo que ha vivido y está viviendo Grecia. No tendremos que prorrogar ni renegociar un memorándum», indica el análisis del de Podemos. «Con este discurso del ‘España va bien’ lo que se demuestra es que para defender a los tuyos siempre hay justificaciones», se lamentan desde sus bases