Imagen de Marcos Cabo tomada el viernes a su llegada a los juzgados
Imagen de Marcos Cabo tomada el viernes a su llegada a los juzgados - efe
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Las incógnitas sobre la muerte del edil acusado de asesinar a su mujer

El recluso estaba sometido al protocolo para evitar suicidios en la cárcel de Picassent

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Marcos Cabo se declaraba el pasado viernes inocente ante la juez que le envió a prisión por el asesinato de su mujer. A primera hora de la mañana de ayer su cuerpo sin vida fue hallado en una celda de la enfermería de la prisión de Picassent. Todos los indicios apuntan a que Cabo, que era concejal por Esquerra Unida en la localidad valenciana de Serra, se suicidó la segunda noche que pasaba entre rejas.

De acuerdo con fuentes penitenciarias citadas por Efe, en el recuento de presos realizado a primera hora de ayer, los funcionarios encontraron ahorcado a Marcos Cabo en la celda de las dependencias de Enfermería en la que permanecía interno y sometido al protocolo de prevención de suicidios desde el pasado viernes.

Cabo compartía habitáculo con otro interno, que al parecer habría dado la voz de alarma al descubrir el cuerpo sin vida del recluso.

El juzgado de instrucción número tres de Picassent, en funciones de guardia, decretó el levantamiento del cadáver y ha abierto una causa para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento del interno, de acuerdo con fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). Las pesquisas se centran en averiguar de qué forma tuvo acceso Cabo al material con el que apareció ahorcado, a pesar de haber sido incluido en el protocolo de prevención de suicidios por las particularidades del caso que le llevó a prisión, aunque podría haber usado unas sábanas.

Contradicciones

De hecho, el concejal se declaró inocente de la muerte de su mujer en el incendio del domicilio familiar registrado el pasado 29 de julio en la localidad valenciana de Serra. Sin embargo, las contradicciones en las que incurrió en los interrogatoriosy algunas prueban halladas en la casa -los agentes encontraron combustible en el piso y creen que el hombre rocío con gasolina a su esposa y le prendió fuego mientras ésta dormía en el sofá- hicieron que la juez acordara su ingreso provisional y sin fianza en la cárcel tras abrir una causa por «un posible delito de asesinato». Además, la magistrada decretó la suspensión de la patria potestad de los dos hijos menores de la pareja. En el incendio de la vivienda resultaron heridos por intoxicación por humo el supuesto agresor, una hija del matrimonio y un guardia civil que intervenía en las labores de coordinación y socorro.

Lo que inicialmente parecía un accidente doméstico se tornó en una causa abierta por asesinato. Cabo negó haber prendido fuego a su mujer, pero la Guardia Civil no le creyó. Ratificó su inocencia, aunque con matices respecto a la versión inicial, ante la juez. Sin embargo, algunos allegados señalaron que su esposa le había planteado iniciar los trámites de separación, pero los pospusieron por la celebración de las elecciones municipales en las que el ahora muerto se presentaba por Esquerra Unida, que le expulsó del partido después de que fuera detenido el pasado jueves.

Al parecer, la mujer sostenía que su marido era excesivamente «controlador». En cambio, otros vecinos y algunos compañeros del hombre en el Ayuntamiento de Serra no dan crédito a un supuesto asesinato.

«Inocente»

A la salida del juzgado donde declaró al día siguiente, y antes de emprender rumbo a la prisión de Picassent, a Cabo le esperaban allegados y familiares, entre ellos uno de sus hijos, quienes le transmitieron mensajes de ánimo. A la pregunta de cómo se declaraba efectuada por los periodistas que le abordaron, Cabo solo pronunció una palabra: «Inocente». Posteriormente fue conducido a la cárcel de Picassent, donde solo pasó una noche. En la segunda murió ahorcado.

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