Los Eurofighter españoles volverán a defender Estonia en 2016

España continuará defendiendo con la OTAN el espacio aéreo de los países bálticos en 2016. Así lo confirmó ayer el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en su visita a la base de Ämari, donde se encuentran desplegados cuatro aviones de combate Eurofighter y 114 militares del Ejército del Aire.

Morenés calificó esta misión de «fundamental» para España en «una frontera sensible»: «Una misión extraordinaria y relevante desde el punto de vista del prestigio para España y de la defensa para la OTAN». Será una misión de similares características a la de este año: con cuatro cazas Eurofighter, mismo número de efectivos y también por un período de cuatro meses (enero-abril).

¿El objetivo? Identificar cualquier avión ruso que pueda suponer una amenaza para el espacio aéreo de los países bálticos, establecer contacto visual con ellos en caso de que el plan de vuelo previsto por el reglamento internacional no sea cumplido y tomar las medidas oportunas en coordinación con el mando de la OTAN en Uedem (Alemania).

Tras la guerra en Ucrania, la OTAN decidió reforzar esta misión de policía aérea en el Báltico, cuyo origen se remonta a 2004 cuando Estonia, Letonia y Lituania se adhirieron a la Alianza Atlántica aunque sin capacidad para defender sus cielos al no disponer de aviones de combate.

Si antes de la crisis ucraniana había cuatro aviones de combate de la OTAN en la zona, ahora hay desplegados dieciséis: junto a los cuatro Eurofighters españoles se encuentran en estos momentos cuatro Eurofighter italianos y cuatro Mig-29 polacos en Lituania, también cuatro F-16 belgas en Polonia.

Desde el inicio del despliegue español en enero, los Eurofighter del Ala 11 del Ejército, con base en Morón de la Frontera (Sevilla), han identificado «aproximadamente media docena» de aviones rusos que se aproximaron a la zona «aunque nunca sin adentrarse en el espacio aéreo y mostrándose cooperativos», reconoció el jefe del destacamento español, el teniente coronel Enrique Fernández Ambel.

Hasta la fecha, el destacamento español «Ámbar» ha realizado 108 salidas, con un total de 160 horas de vuelo. El piloto de caza Tomás Ramos explica cómo «el tiempo de respuesta para estar en el aire desde que se recibe el aviso se sitúa en aproximadamente en diez minutos». Además de las misiones de «scramble» -en el argot militar son esas misiones reales de identificación de aeronaves- los aviones españoles realizan cada día dos salidas de aproximadamente hora y media de vuelo. Uno de esos vuelos puede llegar a consumir 5.000 kilos de combustible.

El primero de los aparatos rusos identificados por los aviones españoles -y único hecho público por la OTAN- aconteció el 19 de enero, tratándose de un avión Ilyushin 20 de guerra electrónica. Normalmente los aviones rusos operan camuflados como aviones comerciales y con propósitos de espionaje, reabastecimiento o transporte. La ruta que une San Petersburgo con el enclave de Kaliningrado es cada vez más frecuentada por la aviación militar rusa.

El ministro de Defensa español quiso subrayar que esta misión tiene como objetivo «evitar problemas a Estonia y la OTAN y no generarlos a la Federación Rusa». Resaltó el «ejemplo de solidaridad» que esta misión supone «entre las diversas zonas geográficas que comparten objetivos de seguridad».

Morenés visitó un hangar donde se encontraba un Eurofighter y se hizo posteriormente una foto de familia con el destacamento. Ya en su alocución ante las tropas españolas, el ministro de Defensa agradeció a las tropas su labor que «como ministro de Defensa y español me llena de orgullo. El Gobierno español y todos los españoles de bien se lo agradecen».