El chófer de Vitoria que impidió subir al autobús a una mujer con burka no será sancionado

«No hay motivos suficientes», dice el Ayuntamiento en un informe «no concluyente» de sus servicios jurídicos

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El chofer del autobús público de Vitoria que impidió subir al vehículo a una mujer musulmana que vestía burka, alegando «inseguridad», no será sancionado por ello. Según fuentes municipales consultadas por ABC, los servicios del Ayuntamiento que preside Javier Maroto (PP) han redactado un informe en el que se apunta a que la actitud del trabajador «podría» ser motivo de una falta por incumplimiento del reglamento, pero, y siempre según fuentes oficiales el escrito no es «concluyente» como para que «puedan derivarse motivos suficientes» para castigarle.

Este trabajador de la empresa municipal de autobuses, Tuvisa, motivó el pasado noviembre la apertura de un expediente informativo, «no disciplinario», por parte de la gerencia municipal. Aunque el proceso sigue abierto, no se actuará contra el conductor por haber impedido subir al autobús a la mujer del velo integral.

Un incidente que estalló en plena polémica por la campaña que lidera el alcalde Maroto para reformar el sistema de acceso a las ayudas sociales para acabar con los «abusos» en su cobro.

El PP pide que se reformen los requisitos, de tal modo que los inmigrantes sin papeles «que no quieren trabajar» no se conformen con «vivir» a costa de la ayuda de Renta de Garantía de Ingresos (RGI) vasca. El político popular apuntó directamente al colectivo de «magrebíes», lo que motivó insultos como «racista» o «Hitler vasco» por la oposición política.

«Nuestra interpretación es que el informe de los servicios jurídicos no concluye nada. Es tan ambiguo que no vemos motivos suficientes para sancionar al trabajador. Y, desde luego, nunca una sanción económica», señalaron las voces consultadas sobre este espinoso asunto. En cualquier caso, aún no se le ha dado carpetazo definitivo, ya que cabe valorar si la conducta del chófer de recoger firmas entre los usuarios mientras realizaba su servicio en la Línea 3 al día siguiente para recabar apoyos en su veto a la mujer del burka pudiera derivar, ahí sí, en sanción. La decisión, en cualquier caso, deberá ser adoptada por la gerencia de Tuvisa, a instancias de la presidencia que ostenta la teniente de alcalde, Idoia Garmendia (PP).

Hace unos días, la asociación feminista Clara Campoamor reclamó al Ayuntamiento y a la empresa pública Tuvisa que no tomaran represalias contra el conductor, al que defendió, porque considera que el burka o velo integral islámico es "símbolo de opresión" a la mujer.

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