Un conductor de autobús urbano de Vitoria prohíbe la entrada a una mujer con velo

El chófer estaría recogiendo firmas de apoyo a su medida, según algunas fuentes. Reunión urgente en el Ayuntamiento para investigar los hechos

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Un conductor de los autobuses urbanos de Vitoria, operado por la empresa municipal Tuvisa, impidió ayer el acceso a este transporte público a una mujer que vestía el rostro cubierto por un velo. Según algunas fuentes citadas por Europa Press el chófer estaría recogiendo firmas de apoyo entre sus compañeros y también entre los viajeros a favor de su medida. La compañía Tuvisa ha abierto un expediente informativo para conocer las circunstancias del incidente. La concejal responsable y presidenta de Tuvisa, Idoia Garmendia, ha convocado una reunión con los portavoces de la oposición para ofrecerles información sobre esta nueva polémica en la ciudad.

Prohibido bañarse en las piscinas municipales

Vitoria vive meses de tensión política y social después de que el alcalde del PP, Javier Maroto, haya adoptado algunas medidas cuestionadas, tales como la prohibición del acceso a las piscinas municipales de las mujeres que se bañan con velo o vestidas.

Además, la campaña del PP por endurecer los requisitos de acceso a las ayudas sociales por parte de los inmigrantes ilegales, que no ingresan en el mercado laboral, ha provocado la reacción en bloque de los grupos de la oposición –PNV, Bildu, PSE-, que acusan a Maroto de «xenófobo» por haber señalado al colectivo magrebí de vivir de un «sueldo vitalicio» social, sin querer trabajar. Esta misma semana saltó a los medios una pelea de fondo racista en la que dos vitorianos discutieron en una oficina social mientras hacían cola en la ventanilla. Uno de los hombres agredió al otro después de que este le recriminara por haber proferido comentarios despectivos sobre los inmigrantes que se encontraban en la misma cola.

Orden en los locutorios, bazares y «kebabs»

El agredido, que fue trasladado al hospital con contusiones leves, afirmó ayer que no denunciará al otro ciudadano, sino al alcalde, por instigar, según él, la agitación social sobre los inmigrantes.

El año pasado, el Ayuntamiento del PP elaboró una ordenanza municipal que endurecía las sanciones a los establecimientos tipo locutorios, bazares chinos o kebabs, y abrió expediente a 45 de ellos por razones de higiene sanitaria y también al considerar que usaban los locales para actividades no contempladas en sus permisos. El alcalde defendió entonces que las normas deben ser «las mismas para todos» los comerciantes de Vitoria.

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