El abogado Francisco José Carvajal está acusado de grabar de forma clandestina a la Infanta
El abogado Francisco José Carvajal está acusado de grabar de forma clandestina a la Infanta - efe
caso nóos

Así se grabó la declaración de Doña Cristina ante el juez Castro

Los dos abogados acusados se taparon con sus abrigos y se marcharon antes de que finalizase la comparecencia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El juez de Instrucción número 11 de Palma dio ayer viernes por finalizada la instrucción que investigaba la grabación del vídeo de la comparecencia judicial de la Infanta Cristina el 8 de febrero, en el marco del caso Nóos, y en el que aprecia un posible delito de desobediencia por parte de los presuntos autores.

En un auto de 45 páginas, el juez detalló el procedimiento que siguieron los abogados Francisco José Carvajal y María del Carmen Jiménez para grabar la declaración de Doña Cristina. El titular del Juzgado de Instrucción deja claro que ambos acudieron a la vista «con la única intención de grabar clandestinamente» su interrogatorio, tal y como se desprende de las pruebas practicadas al respecto.

Para empezar, el magistrado recalca que «ni una sola» de las 1.082 preguntas que el juez José Castro formuló durante la deposición de la Infanta guardaba una «mínima relación directa» con la actuación del cliente a quien ambos defendían, el presunto testaferro Robert Cockx.

Ambos encausados se marcharon antes de que finalizase la comparecencia. «No sólo no esperaron a que terminara [la declaración], sino que, además, reservaron un billete cerrado, cuando lo lógico hubiere sido lo contrario».

Manuel Penalva afirma asimismo que Carvajal y Jiménez «son los únicos que adoptaron una actitud extraña y/o llamativa durante la declaración», puesto que a los pocos minutos de comenzar la misma, el letrado se desplazó hasta el penúltimo banco de la sala, donde estaba situado el abogado de la Infanta, Mario Pascual Vives, según el imputado para comentar con éste las incidencias del interrogatorio. Un extremo que negó el propio Pascual Vives, desmintiendo que hablara con él de este aspecto.

«Este comportamiento pudiera obedecer en su caso a un plan diseñado por ambos letrados con el fin de dificultar la delimitación de las acciones imputables a uno u otro», añade. «Tampoco debemos pasar por alto el hecho insólito de que acudan nada menos que dos letrados, cuando a la mayoría de las declaraciones practicadas en el caso Nóos ni siquiera ha acudido» el abogado a quien sustituían, Javier Saavedra, «ni nadie que le representara».

Otro detalle al que alude el juez radica es que tanto Carvajal como Jiménez «dejaron sus abrigos apoyados durante toda la declaración en el respaldo delantero, aun cuando no sólo causaban lógica incomodidad a quienes ocupaban el segundo banco, sino que se exponían conscientemente a que las prendas se arrugaran». Jiménez «se quitó el reloj y lo tuvo un rato en la mano, por encima del banco delantero», lo que «explicaría» parte de la grabación efectuada, que posteriormente fue difundida por internet a través de la plataforma Wouzee.

De todas las pruebas realizadas se deduce que el dispositivo de grabación, que era móvil, sólo pudo ser introducido por alguno de los asistentes a la declaración, que los primeros planos se grabaron en los 13 primeros minutos, y que los planos 3 y 6 se captaron entre los minutos 13 y 60.