Homenaje a Irene y a José Ángel de Jesús Encinas, guardia civil asesinado en el mismo atentado
Homenaje a Irene y a José Ángel de Jesús Encinas, guardia civil asesinado en el mismo atentado - efe
españa

María José, Irene y Ana Isabel, mujeres coraje que dieron su vida por la libertad

Las tres, agentes de la Policía, Guardia Civil y Ertzaintza asesinadas por ETA, han sido recordadas hoy en unas jornadas organizadas por la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo ha celebrado en Burgos unas jornadas en recuerdo y homenaje a las mujeres que han sufrido el zarpazo del terror, en sus propias carnes o en las de sus seres más queridos. En la clausura, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha querido tener un especial recuerdo para tres de ellas que dieron su vida por la libertad y la democracia. La inspectora de Policía María José García Sánchez, asesinada el 16 de junio de 1981 por pistoleros del «comando Gohierri Kosta»; la guardia civil Irene Fernández, alcanzada por una cobarde bomba lapa en Sallent de Gállego (Huesca), y la ertzaina Ana Isabel Arostegi, disparada a bocajarro cuando dirigía el tráfico en la localidad guipuzcoana de Ordicia.

«María José -ha recordado Cosidó- , un ejemplo para todos nosotros, formó parte de la primera promoción de mujeres inspectoras que ingresaron en el año 1979 al Cuerpo Superior de Policía, desempeñando labores operativas en la lucha contra el tráfico de drogas y contra el terrorismo». Fue asesinada cuando participaba en un operativo para desarticular el «comando Gohierri Kosta». Cosidó también ha tenido una mención especial para la guardia civil Irene Fernández y la ertzaina Ana Isabel Arostegui. «Las tres permanecen en nuestra memoria colectiva», ha afirmado.

Las mujeres, al frente de las víctimas

Asimismo, Cosidó ha elogiado la labor de «vanguardia desarrollada por las diferentes asociaciones y organizaciones en la lucha contra el terrorismo en demanda de justicia moral y legal», un quehacer que «ha estado dirigido y liderado también y desde sus inicios por mujeres. Vosotras habéis contribuido a dar voz a las víctimas, a sacarlas del anonimato y del abandono y a conseguir el merecido reconocimiento que todos les debemos». Una labor que comenzó a principios de la década de los ochenta con Ana María Vidal-Abarca y otras mujeres al frente de la AVT, y que continúa a día de hoy con Ángeles Pedraza, Consuelo Ordóñez o Mari Mar Blanco.

En el mismo acto de clausura, la directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, Sonia Ramos, se ha sumado al emotivo recuerdo de las sesenta mujeres asesinadas por ETA. Ha elogiado, en este sentido, a «las madres, esposas e hijas que, lejos de alimentar cualquier ánimo de venganza, se han constituido en ejemplo de fortaleza y coraje para toda la sociedad española. Es ahora, a diferencia de lo ocurrido hace décadas, cuando las instituciones públicas nos encontramos plenamente concienciados de la dimensión del daño que causa el terrorismo y de la necesidad de diseñar políticas públicas de apoyo y protección no solo a las víctimas, sino también a sus familias».

Ver los comentarios