Elecciones - Catalanas

Solidaridad Catalana: la primera «lista unitaria» que acabó derrotada por el populismo

La primera unión del catalanismo cosechó unos excelentes resultados en las generales de 1907, pero acabó barrida por Lerroux ante las contradicciones internas de sus miembros

Diputados de Solidaridad Catalana, con Francesc Cambó al frente
Diputados de Solidaridad Catalana, con Francesc Cambó al frente - ABC

Decía Karl Marx citando al filósofo Friedrich Hegel que la Historia se repite dos veces. La lista unitaria presentada por Artur Mas y Oriol Junqueras tiene un precedente en Solidaridad Catalana, la coalición de partidos que entre 1906 y 1909 agrupó a prácticamente todos los partidos catalanes, logró arrasar en las elecciones generales de 1907 y finalmente fue arrinconada por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, el único partido, junto con los turnistas liberal y conservador, que había quedado fuera de esta abigarrada alianza.

Dos años antes de su formación, el 25 de noviembre de 1905, militares de la guarnición de Barcelona asaltaron la redacción y la imprenta del semanario satírico Cu-Cut por parte de militares de la guarnición de Barcelona. Un suceso que acabó desatando fuertes críticas en la sociedad catalana por la falta de castigo de los militares asaltantes. La crisis derivó en la dimisión del jefe del Gobierno, Eugenio Montero Ríos, y la aprobación de la Ley de Jurisdicciones, que permitía a la justicia militar encargarse de todos los delitos «contra la patria o el Ejército».

«Lo que había provocado la ira de los militares era un dibujo de Junceda publicado en el Cu-Cut, que consideraron ofensivo por comentar irónicamente los desastres militares en Cuba y Filipinas», asegura el historiador César Alcaláen Arbil. Según el historiador, la Ley de Jurisdicciones fue atacada por todos los sectores catalanes representados en Madrid y sirvió como aglutinante para que todo el catalanismo decidiera unirse con el objetivo de pedir su derogación.

La coalición, presidida inicialmente por Nicolás Salmerón, agrupó a los catalanistas de la Lliga regionalista, los carlistas, los republicanos nacionalistas del Centre Nacional Republicano, al Partido Republicano Federal y al Partido Integrista. Amparada por grandes manifestaciones —como la celebrada en Barcelona el 20 de mayo de 1906 que reunió a 200.000 personas—, Solidaridad dio un gran impulso al catalanismo político y arrasó en la primera cita electoral en la que se presentó: las generales de 1907. En ellas, la lista logró un éxito arrollador, consiguiendo 41 de los 44 escaños que se elegían en Cataluña, algo a lo que ayudó la existencia de un sistema electoral mayoritario que daba el escaño a la formación más votada y dejaba en blanco a las demás.

Este éxito quedó en la memoria colectiva del nacionalismo, hasta el punto de que en 2010 Joan Laporta, Alfons López Tena y Uriel Bertran resucitaron el nombre con el apellido «por la Independencia». «En las elecciones de 1907 el éxito electoral de esta alianza, que incluía desde Francesc Macià a Francesc Cambó, fue brillante y significó el inicio de la hegemonía política del catalanismo», aseguraban Laporta, López Tena y Bertran en el manifiesto fundacional de la nueva formación, que logró 3 escaños en 2010 y ninguno en 2012.

Menos recordado, no obstante, es su final, forzado por las fuertes contradicciones de una plataforma que no tenía mucho más en común que la exigencia de derogar la Ley de Jurisdicciones y unas ambiguas pretensiones sobre el mayor autogobierno de la región. Siempre eso sí, sin la menor pretensión de romper con España, como dejaba bien claro su manifiesto fundacional, que rezaba: «la voluntad catalana hará salir de las ruinas del presente una España nueva, en la que los pueblos, en viva hermandad, gozarán de prosperidad, cultura y libertad».

En 1908, solo un año después de su fundación, la convivencia entre las distintas formaciones se vio seriamente dañada cuando la Lliga se opuso al presupuesto de Cultura presentado por algunos regidores de izquierdas del Ayuntamiento de Barcelona integrados también en Solidaridad. Ese año Solidaridad registró un serio retroceso en las elecciones parciales, lo que acabó motivando que se presentase dividida en dos bloques en las elecciones municipales del año siguiente.

Dividida y con fuertes tensiones internas, las dos candidaturas no pudieron hacer frente al Partido Radical. Los populistas lograron atraerse a las clases medias y trabajadoras de Barcelona gracias a un programa confuso y demagógico vendido de forma excelente por la brillante oratoria de Lerroux, releganda así al catalanismo a un segundo plano en las elecciones de 1909.

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