El presidente y el director de Barbadillo
El presidente y el director de Barbadillo - ABC
BODEGAS

Barbadillo vuelve a crecer gracias al lanzamiento de nuevos vinos

Logra la estabilidad financiera tras reducir su deuda de 38 a 20 millones de euros y obtiene un beneficio neto de 1,6 millones

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Barbadillo ha consolidado en los últimos dos años su nuevo plan de negocio. Su hoja de ruta se basa en lanzar nuevos productos (todos ellos a partir de sus propios viñedos) y en mantener su liderazgo en manzanillas (donde posee una cuota del 35% del mercado con enseñas como Solear), así como en vinos blancos, ya que su marca Castillo de San Diego es la más vendida de España. Con estos mimbres, la firma de Sanlúcar de Barrameda logrará en este ejercicio —su cierre fiscal es en agosto— unas ventas de 34,5 millones de euros, con un crecimiento estimado del 4%, mientras que su beneficio neto rondará los 1,6 millones de euros.

«La compañía realizó un proceso de diversificación muy ambicioso y llegó a 2012 en una tesitura complicada, especialmente por la inversión en el sector ibérico, pero ahora la situación ha cambiado radicalmente», indica su director general, Víctor Vélez.

Barbadillo arrendó el matadero de El Pedroso y se centró de nuevo en sus productos emblemáticos para recuperar el rumbo. A medida que sus condiciones financieras han mejorado, ha pisado el acelerador en el lanzamiento y la promoción de nuevos vinos. «Hace cuatro años nuestra deuda era de 38 millones; ahora se reduce a veinte millones y hemos alcanzado un acuerdo para amortizarla en un periodo de nueve años, con lo cual afrontamos una etapa de tranquilidad financiera», remarca. La vuelta a números negros en 2014 y el crecimiento del beneficio en las campañas posteriores les ha permitido doblar el equipo de marketing y crear un departamento de alta enología sobre el que pivota una parte de la estrategia de innovación.

Vélez indica que «se ha enfocado la producción al perfil del nuevo consumidor, que es menos fiel y más sofisticado que el de épocas anteriores, y por lo tanto demanda cosas nuevas constantemente». Y bajo esta premisa ha lanzado los «frizzantes» Cool y Fresh (vinos jóvenes con baja graduación alcohólica); han recuperado la uva tintilla de Rota y han forjado Nude (un tinto sin crianza); o han creado el espumoso Beta. Manuel Barbadillo, presidente del grupo, recuerda que esta estrategia se incardina con la propia historia de la bodega, pues «hace cuatro décadas la firma ya fue una auténtica pionera al lanzar Castillo de San Diego», rememora. También ideó el primer tinto de Cádiz, Gibalbín, a cuya estela ha nacido más recientemente Quadis. En total, catorce novedades en todos los segmentos. En este momento Castillo de San Diego y las manzanillas acaparan más del 40% del negocio, pero son productos maduros, «de ahí que las posibilidades de crecimiento provengan de las nuevas referencias».

El otro vector de crecimiento debe ser el mercado exterior, donde hoy obtiene el 37% de sus ingresos. «También aquí estamos más obsesionados con el valor que con el volumen», afirma Víctor Vélez. En este caso uno de sus grandes activos es Pirineos, su bodega en la denominación de origen Somontano. Sus principales mercados son «Alemania, Holanda y Reino Unido, y ahora se invertirá de manera muy importante en Estados Unidos, México y Rusia». Para elevar su prestigio en el exterior han forjado marcas de súper lujo, como Versus, un amontillado de 125 años y del que sólo se han sacado a la venta 100 botellas a un precio de 10.000 euros.

Ver los comentarios