INFORME DE CESUR

El 53,2% de la población activa en Andalucía está infrautilizada

Hay 128.000 personas en la región que no buscan empleo o tienen contratos temporales

Eugenio Barroso, Ricardo Pumar, José Ignacio García y Manuel Hidalgo ROCÍO RUZ

L. M. R.

La evolución del empleo en una sociedad se mide con la tasa de par o , que es el porcentaje de personas en edad de trabajar que busca empleo de forma activa pero no lo encuentra. «Cada vez son más los países que no se conforman con este indicador e incluyen también a quienes no buscan una ocupación porque están desanimados o no están disponibles para ello, y también a aquellos que tienen contratos temporales y trabajan menos horas de las que desearían», indica el profesor José Ignacio García Pérez .

Según la Encuesta de Población Activa , en el primer trimestre de 2018 había en Andalucía 975.000 parados. La tasa de paro es del 24,4%, pero en Andalucía hay 128.000 personas que no buscan empleo por distintos motivos , con lo cual esta tasa subiría casi cuatro puntos porcentuales (superaría el 28%).

En la región al cierre de 2017 había dos millones de trabajadores con un contrato estable, pero «hay 2,2 millones que sufren situaciones de precariedad , temporalidad y subempleo». Con todos estos ingredientes, se llega a la conclusión de que «el 53,2% de la población activa está infrautilizada», un porcentaje muy superior a la media nacional, que sería del 40,2%.

José Ignacio García

Esta es una de las conclusiones del informe del Mercado de Trabajo 2008-2018 que presentó ayer la Asociación de Empresarios del Sur de España ( Cesur ). Esta infrautilización afecta especialmente al segmento más joven de la sociedad , ya que entre los mejores de 25 años las tasas de precariedad y desempleo llegan casi al 90%. Esto exige «seguir reformando el mercado laboral para favorecer la contratación fija, que es la que genera más valor a la sociedad y las empresas».

Mejora de la industria

El contrapunto positivo del análisis de los datos de la última década es que se percibe que «Andalucía ha entrado en una fase de reindustrialización de su actividad económica» fruto de que el crecimiento de este sector desde la recuperación «ha sido superior al del resto de la economía, con tasas que han superado habitualmente el 4%», según remarca el economista Manuel Hidalgo . «Entre 2008 y 2014 el Valor Agregado Bruto (VAB) industrial cayó un 18,8%, casi nueve puntos porcentuales más que el resto de la economía andaluza». Esto se debió, en buena medida, al derrumbe de la industria auxiliar para el sector de la construcción.

Sin embargo, «esta caída ha sido claramente compensada entre 2014 y 2018, con aumentos del 18,3% superiores a los experimentados por el conjunto de la economía andaluza que se quedó en un crecimiento cercano al 12%». Los aumentos de capacidad de las refinerías de Cepsa, el renacimiento del sector minero, el sector aeronáutico y ´los procesos de internacionalización de las empresas están detrás de esta mejora.

Pese a ello, «el actual crecimiento no permitirá que el peso de la industria en la economía andaluza alcance el 20% del PIB en 2020 como pretende la Junta de Andalucía». «Si crecemos como hasta la fecha –matizó- podremos alcanzar el 14%, algo ya de por sí positivo al haber pasado del 10 al 12 por ciento en estos últimos años».

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