Inmobiliario

Cinco errores que cometemos al decorar una casa interior con poca luz

Sigue estos consejos para aprovechar mejor la luz natural y que tu vivienda deje de parecer tan oscura

Ocho ideas para ganar espacio y sacar partido a los metros cuadrados de tu casa

Interior de una vivienda poco luminosa Delikatissen

Pepe Trashorras

Uno de los mayores atractivos de una casa por dentro es que sea luminosa. Una vivienda con suficiente luz natural en todas sus estancias, aunque con especial foco (nunca mejor dicho) en aquellas en las que sus habitantes hacen más vida. Esto no significa que todas las casas deban estar llenas de cristaleras que den a la calle; lo importante es cómo se aprovechan las entradas de luz disponibles y cómo se evita que el inmueble parezca oscuro y cerrado.

Este aspecto debe tenerse especialmente en cuenta en las viviendas interiores en las que de entrada no hay muchos aportes de luz natural. A menudo cuando vamos a decorar una casa no prestamos atención a detalles prácticos y funcionales como ese hasta que no empezamos a habitarla. A continuación repasamos algunos de los errores más habituales que cometemos generando una falta de luminosidad en lugar de solucionarla.

Unas cortinas muy opacas

Las cortinas influyen de forma considerable tanto en el ambiente como en la iluminación de una habitación. Es importante el color elegido, el tejido y la opacidad. Si son más gruesas y oscuras de la cuenta , la cantidad de luz que entre por las ventanas puede verse mermada en exceso salvo que las descorramos.

Lo mismo ocurre si superponemos varias cortinas diferentes en el mismo sitio. La entrada de luz natural se ve completamente entorpecida, especialmente si se trata de cortinas de terciopelo u otras texturas similares, presentan estampados recargados o colores que absorban la luz.

Lámparas que no iluminan bien

La iluminación artificial de la casa también es importante, sobre todo cuando la natural es limitada. No suele haber inconvenientes al colocar una gran lámpara de techo en el centro de la estancia o algún tipo de foco que aporte luz de forma generalizada a la estancia. El problema llega cuando creemos que ese es el único punto de luz con el que nos tenemos que conformar.

Diferentes lámparas en el salón de una casa iLamparas

Lo ideal es buscar otros focos más pequeños ya sea en forma de lamparitas de mesa, de suelo o luces led distribuidas por la habitación de forma que alumbren las zonas que queden más a la sombra de las ventanas y la luz general. Por supuesto, es recomendable no escoger pantallas oscuras ni opacas para las lámparas, pues no iluminarán lo suficiente.

Una mala colocación de los muebles

También hay que tener en cuenta el mobiliario de la casa para que contribuya a una iluminación lo más funcional y uniforme posible, no al contrario. Los muebles altos y voluminosos suelen impedir que la luz natural inunde las habitaciones. Asimismo, si estas están llenas de elementos oscuros sin dejar apenas hueco, la sensación de luminosidad decrece de forma considerable.

Debemos despejar la trayectoria de la luz desde que entra por la ventana y aprovechar que los muebles claros , en tonalidades blancas o con el color de la madera natural, la reflejan. Asimismo, se aconseja jugar con la disposición de los mismos para sacar el máximo partido a las zonas más luminosas (mesas y sillas en paralelo a las ventanas para explotar toda la luz natural que entre, etc.).

No hay espejos

Sala decorada con espejos Decoración de la casa

Estamos más habituados a poner espejos en los cuartos de baño y también en los dormitorios, pero poco más. Sin embargo, si queremos resaltar la luminosidad de cualquier habitación de la vivienda son un recurso fantástico . Además de la sensación de amplitud que otorgan en función de cómo estén colocados, pueden reflejar la luz natural que entra por las ventanas, potenciándola en toda la estancia.

El suelo y las paredes no ayudan

Siempre hablamos del poder que tienen el suelo y las paredes de una habitación a la hora de crear ambientes o de destacar unas cualidades u otras de la misma. En este caso hay que resaltar que los suelos oscuros no son la mejor opción si queremos ganar luminosidad, ya que consiguen el efecto contrario. Sin importar el material, las tonalidades claras ayudarán tanto a reflejar la luz como a dar otro aspecto diferente y más abierto.

Las paredes , por su parte, corren el riesgo del horror vacui , es decir, que las tengamos llenas desde la base hasta el techo. En estos casos, si no disponemos de grandes entradas de luz natural, es preferible quitar algunos elementos (no sin son espejos, como ya hemos visto más arriba) para que percibamos espacios libres que transmitan mayor amplitud y luminosidad.

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