Gianni Zonin haciendo compras en via Montenapoleone con su esposa
Gianni Zonin haciendo compras en via Montenapoleone con su esposa - ABC

El «rey del vino» que ha arruinado a miles de familias italianas tras el rescate de Banco Popolare

Indignación en las redes sociales ante fotos de Gianni Zonin, presidente de la Banca Popolare di Vicenza, haciendo compras en via Montenapoleone, símbolo del lujo en Milán

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se le conoce como el «rey del vino». Gianni Zonin fue durante casi 20 años jefe absoluto de la Banca Popolare di Vicenza. Ha arruinado a miles de familias, pero él se da a la buena vida, gozando de sus 2.000 hectáreas de viñas repartidas en once fincas en Italia, además de otra que compró en Barbousville en Virginia (USA), terrenos que fueron propiedad de Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos. Dos días después de que el gobierno italiano decidiera salvar el Popolare di Vicenza y Veneto Banca, Gianni Zenin dedicaba la mañana a hacer compras con su mujer en la zona símbolo del lujo de Milán, la via Montenapoleone, famosa por sus tiendas de moda y joyas. Su presencia fue inmortalizada con fotos que causaron indignación en las redes sociales.

El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, escribía en Twitter: «200.000 ahorradores arruinados, 20.000 millones en humo, pero el “señor” Zonin se va de compras a Milán en via Montenapoleone…» El exsubsecretario de Economía, Enrico Zanetti, un veneciano de Scelta Civica, partido de centro creado por el exprimer ministro Mario Monti, hizo una reflexión seguramente compartida por casi todos los italianos: «Las fotos de Zonin en via Montenapoleone representan la imagen de un país en el que la magistratura no hace su trabajo. Por ello se podría cerrar el Tribunal de Vicenza, porque evidentemente es como si no existiera. Una vergüenza total».

Amenazas y suicidio

Mientras Zonin respiraba el lujo milanés, una señora de Montebelluna, municipio de la provincia de Treviso, donde está la central del Veneto Banca, acudía a esa histórica sede acompañada por su hermano, ambos arruinados, y amenazaba con suicidarse inyectándose en vena el líquido contenido en una jeringa. «Hemos perdido todos nuestros ahorros, dos millones de euros, nos quedamos sin nada», le gritaba desesperada al director. Tuvieron que intervenir los carabineros y la señora acabó en el hospital con un ataque de nervios. Hace solo un año, Antonio Bedin, 67 años, se pegó un tiro al ver que sus ahorros de una vida, 400.000 euros en acciones, se habían reducido a 640 euros. Fue una tragedia que conmocionó el Veneto y a toda Italia, porque suscitó un clamor popular con manifestaciones de protesta.

Cayeron como moscas

Todas las clases sociales del Veneto están envueltas en este drama. Muchos compraron acciones que en el 2014 costaban a 62,50 euros, y dos años más tarde se valoraban en 0,10, casi nada. La gente humilde era convencida por los directores de las sucursales y los empleados en la ventanilla, que se callaban los riesgos que entrañaba la compra de las acciones, mientras para los grandes clientes existía otro ritual. Eran invitados a magníficos restaurantes con estrellas Michelin y, en mesas con botellas del mejor vino a caro precio, eran convencidos por la plana mayor del banco. Algunas gentes del Veneto, habituadas a los negocios y que huelen de lejos cuando se da gato por liebre, cayeron también como moscas. Un desastre para el nordeste de Italia, una de las regiones más productivas y ricas del país.

Ver los comentarios