El turoperador alemán TUI comienza a devolver las ayudas estatales

El mayor turoperador del mundo y con fuerte presencia en España habla ya del final de la crisis. A cierre de enero de 2022, 3,5 millones de turistas han reservado ya sus vacaciones para el próximo verano y los analistas prevén una demanda acumulada en todos los mercados europeos, con Reino Unido y Dinamarca a la cabeza. El turoperador observa una demanda constante. Solo a finales de noviembre y diciembre hubo un frenazo debido al estallido de la variante Ómicron, pero a estas alturas «las reservas se han recuperado significativamente».

El último dato de ventas del grupo de viajes alemán se ha quintuplicado respecto al mismo trimestre del año anterior y, aunque todavía registra pérdidas de varios cientos de millones de euros, las reservas permiten por fin retornar a la normalidad financiera, con la primera devolución de las ayudas estatales que permitieron a la empresa mantenerse en pie a pesar de la pandemia.

«A pesar de la variante del virus Omicron, esperamos una fuerte campaña de verano y ya es hora de empezar a devolver las ayudas estatales , con un primer pato que será de alrededor de 700 millones de euros», ha informado el grupo en la presentación de sus cifras del primer trimestre de invierno en Hannover, del total de 4.300 millones estatales con los que se salvó de la insolvencia. «La demanda de viajes es alta en todos los mercados», ha mostrado confianza el CEO Fritz Joussen, «la salida de la pandemia está cada vez más clara». TUI anota que los clientes continúan reservando con muy poca antelación y celebra que muchos se están regalando viajes de mayor calidad después de dos años de restricciones, por lo que los precios medios para el verano serían alrededor de una quinta parte más altos que los niveles prepandemia, un 22%.

En el primer trimestre comercial, hasta finales de diciembre y estacionalmente débil, Tui logró ventas por valor de casi 2.400 millones de euros, alrededor de cinco veces más que en el primer invierno de Covid-19 un año antes. La conclusión es qu e el grupo pudo reducir aproximadamente a la mitad su pérdida estacional típica de 780 millones a 384 millones de euros , una diferencia algo mayor de lo que algunos analistas esperaban en promedio. La pérdida operativa cayó significativamente a 274 millones de euros en el período de octubre a diciembre, cuando antes del estallido de la pandemia hace dos años, había un déficit operativo de 147 millones de euros.

«Hoy somos más ágiles y más eficientes y nos estamos volviendo más rentables que antes de la crisis», ha explicado Joussen en clave positiva. Este año cuenta con lograr alrededor del 90% del objetivo de ahorro anual de 400 millones de euros . TUI se estabilizó durante la crisis con dos ampliaciones de capital y quiere que la junta general dé el visto bueno para seguir apostando por el mercado de capitales, con fondos de 3.300 millones de euros y una renta variable que volvió a ser positiva con 400 millones de euros.

Los responsables de TUI ha escenificado un respiro de alivio porque el ambiente para el turismo ha mejorado significativamente. Las restricciones contra la pandemia son más predecibles y se han levantado en algunos mercados . El número de viajeros se ha cuadriplicado hasta los 2,3 millones. Con vistas a la temporada principal, el jefe de Tui, Fritz Joussen, se ha mostrado confiado: «esperamos un verano fuerte en 2022. La salida de la pandemia es cada vez más clara». Joussen se basa en que la demanda de viajes es tan alta en todos los mercados que el nivel anterior a la crisis de 2019 se puede alcanzar este mismo verano. El brote de la variante Omicron solo ha causado un freno temporal y el levantamiento de la obligación de test para los vacunados en Reino Unido, una medida que deja de estar en vigor desde el 11 de febrero, se han animado todavía más las reservas británicas.

Por lo demás, TUI no pagará este año dividendo a sus accionistas, que tendrán que conformarse con el pago de 0,54 euros de 2020. El Ebitda ajustado asciende a -65,4 millones de euros, que corresponde a una reducción de la pérdida ajustada de 392,2 millones, cuando el año anterior fue de 457,6 millones. El resultado fue una ganancia por acción de -0,27 euros después de una desventaja de 1,32 euros en el año anterior.