Sala de montaje de cabezales en Soraluce
Sala de montaje de cabezales en Soraluce - ABC

La materia gris como principal activo en la maquina herramienta

DanobatGroup apuesta por la calidad y la especialización como sellos distintivos

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En la localidad guipuzcoana de Elgóibar, en medio de la naturaleza, se construye el futuro y toma cuerpo la industria 4.0. El verde del entorno se funde con el gris –el de la tecnología más puntera y la materia de quienes la conciben– en cuanto se accede a las instalaciones de DanobatGroup, la división de máquina herramienta de la corporación Mondragón. Fundado como grupo en 1980, Danobat (1954) y Soraluce (1962) son sus cabezas de lanza.

«La máquina herramienta es una máquina que lo que hace son piezas», resume Iñigo Ucín, director general de DanobatGroup, en conversación con ABC. «¿Qué piezas? Para hacer otras máquinas. ¿Qué máquinas? Aviones, trenes, coches, prótesis de cadera (porque el cuerpo humano también es una máquina).

Nosotros no hacemos piezas, los que las hacen son los clientes. Vienen con sus piezas y les hacemos una máquina o una línea completa de máquinas a medida para hacer su pieza. Generalmente, a base de quitar material». Con tecnologías como rectificado, fresado, torneado y un largo etcétera.

El 92% de la producción de la empresa se vende en el extranjero

Durante el recorrido por las instalaciones llama la atención su pulcritud. Naves limpias y amplias, donde no se acumulan ni el material ni los operarios. «El único mérito está en el “coco” de la gente, el conocimiento que tiene. Son pabellones donde, con grúas, se montan máquinas. Nada más. Luego hay mucha gente en oficinas estudiando y trabajando en procesos de ingeniería», describe Ucín. El cliente, codo con codo con los empleados: en cuestión de metros fluyen el castellano, el euskera, el inglés, el francés o el alemán.

Ucin explica así el espíritu de la compañía, que da trabajo a 1.300 personas (1.100 en España) y viene de facturar 269 millones de euros (su tope) en 2015: «Nuestra estrategia nunca es pelear en volumen, competir en precio, sino que vamos a la especialización, a la búsqueda del nicho de alta tecnología, huyendo de la competencia de gran volumen y bajo coste, yendo al segmento alto». Y amplía: «Tenemos que hacer lo difícil, lo complicado, lo personalizado». Aquí surge otra clave: especialización. «No puedes ser bueno dándole a todo. Es como el deporte. No puedes ser muy bueno levantando pesas y en gimnasia rítmica».

La clave: invertir en I+D

¿Cómo se logran la excelencia y la distinción? La respuesta no es larga: I+D. Un apartado que supone del 8 al 10% de la inversión anual que realiza DanobatGroup, que posee su propio centro tecnológico, Ideko. «Se basa en un esfuerzo constante, en tener unas personas altamente capacitadas. Hace falta una buena captación y una alta estabilidad en la plantilla. El conocimiento está en las personas y no se adquiere yendo a un curso en una ingeniería».

DanobatGroup exporta el 92% de su producción y está presente, con plantas productivas, en países como China, Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. Pero Ucin aclara: «El link con la empresa está aquí. Todo lo que hacemos fuera es para apalancar empleo y riqueza aquí».

La edad media de la plantilla se sitúa en los 38 años, «gente muy preparada y con suficiente experiencia». «Y debemos seguir preparando más gente y mejor porque cada vez la exigencia es mayor. Cada vez más ingenieros, más gente de cuello blanco y menos gente en el taller». Bienvenidos al futuro.

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