Los líderes de la UE se citan en julio tras constatar sus diferencias sobre el plan anticrisis

Los dirigentes de los 27 países miembros de la UE han decidido intentar celebrar una primera cumbre presencial en julio, para intentar cerrar entonces un acuerdo sobre el plan de recuperación de la economía comunitaria. Este mediodía han celebrado una reunión telemática en la que no se han constatado progresos relevantes como ya se había previsto, aunque fuentes diplomáticas han coincidido en valorar que prácticamente todos los dirigentes coinciden en el criterio de que el tema debe ser resuelto lo antes posible.

Al comienzo de la reunión, la presidenta del banco Central Europeo, Christine Lagarde, había advertido a los responsables políticos que los pasos dados hasta ahora por las instituciones europeas han permitido mantener cierta calma en los mercados, pero que un retraso en la toma de decisiones robustas para preservar la economía europea podría dar al traste con este sentimiento y desencadenar una tormenta incontrolada, teniendo en cuenta que a su juicio, en materia de empleo los peores efectos «aún están por venir».

Al termino de la reunión, el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, ha explicado que, aunque hay un "consenso emergente", todavía hay "dificultades" en algunos puntos sobre los que deben trabajar y que espera poder resolver en una cumbre presencial en julio, probablemente el día 9. Los líderes europeos deben aprobar el presuusto de la UE para los proximo ssiete años que asciende a 1,1 billones de euros y el plan de recuperación que asciende a otros 750.000 y que debería ser utilizado como estímulo para recuperar la actividad de la economía durante los próximos dos años. Las principales divergencias se refieren a la parte de ese plan que debería convertirse en subvenciones a fondo perdido y las condiciones que se exigirán a los países que vayan a recibirlas, principalmente España e Italia.