Las metas personales y la ambición provocan que las personas trabajen de manera individualista
Las metas personales y la ambición provocan que las personas trabajen de manera individualista - FOTOLIA

Estas situaciones demuestran que en tu trabajo hay mal ambiente

Un organigrama poco preciso puede generar confusión entre compañeros o incluso entre departamentos, aseguran desde la Comunidad Laboral Trabajando.com-Universia

MADRID Actualizado: Guardar
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Las discusiones en la oficina son inevitables y hay que aceptar que son parte de la vida laboral. Sin embargo, es imprescindible aclararlas y resolverlas cuanto antes a riesgo de afectar la productividad o incluso la vida personal del trabajador, tal y como recuerdan desde la Comunidad Laboral Trabajando.com-Universia.

Los expertos en recursos humanos hacen hincapié en la necesidad de diferenciar si se trata de una situación nociva puntual, o si por el contrario es un síntoma de que algo no marcha bien. Algunas de las consecuencias de trabajar en un ambiente tóxico se reflejan en la desmotivación del empleado y en posibles situaciones de pasividad.

Estas situaciones recopiladas por la Comunidad Laboral Trabajando.com-Universia son un síntoma de que el ambiente de trabajo en tu oficina necesita mejorar:

Falta de claridad. Un organigrama poco preciso puede generar confusión entre compañeros o incluso entre departamentos. No especificar las tareas de cada empleado da lugar a problemas cuando se busca al responsable de algún error.

Conflictos de intereses. Las metas personales y la ambición provocan que las personas trabajen de manera individualista. El deseo de ascender contribuye a que el individuo trabaje de manera competitiva y déprioridad a las tareas personales sobre el trabajo en equipo. Una medida preventiva consistiría en recordar a los trabajadores que deben alinear sus objetivos personales con los de la organización.

Choque de creencias o estilos de vida. Respetar las distintas formas de pensar es imprescindible para conseguir que las relaciones sean gratificantes, por lo que siempre hay que trabajar por lograr un clima de tolerancia.

Falta de comunicación. Una ineficiente estrategia de comunicación interna puede tener grandes consecuencias, desde malentendidos hasta el fracaso de proyectos. De esta manera, es fundamental invertir en esta área para fomentar la participación y el compromiso de los empleados.Por ejemplo, se podría crear un correo electrónico informativo que resuma lo que se habló durante una reunión.

Sin embargo, existen varias estrategias para conseguir fortalecer las relaciones y que las partes implicadas en el conflicto puedan llegar a un acuerdo:

Emplear la escucha activa. En situaciones conflictivas, las partes implicadas suelen rebatir antes que escuchar, por lo que juzgan las razones de la otra persona bajo su punto de vista sin empatizar. El responsable debe asegurarse de que ambas partes tienen la oportunidad de dar su opinión sobre el tema que les preocupa. controlar las emociones y ser tolerante.

Lidiar con el conflicto de forma colaborativa. Durante la sesión ambos participantes deben analizar el problema desde la perspectiva de la otra persona y buscar soluciones en común. También puede monitorizarse la incidencia para evaluar su progreso.

Definir unas reglas de comportamiento. Se trata de explicar cómo perjudica a la empresa el conflicto entre compañeros y determinar las consecuencias que tendría la repetición de una conducta inapropiada.

«Las relaciones interpersonales son fundamentales para el rendimiento laboral y empresarial. Es inevitable que existan diferencias, sin embargo, antes de enfrentarnos a cualquier discusión, las personas deben primero ordenar sus pensamientos, respirar profundo, y asegurarse de utilizar un lenguaje verbal y no verbal respetuoso con la otra parte, aunque pensemos de una manera totalmente contraria», señala Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España y HR-Consulting.

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