Las empresas alertan de que el nuevo impuesto incitará a trasladar la sede social fuera de Cataluña

Fomento del Trabajo denuncia la «doble tributación» y la «inseguridad jurídica» del tributo a los activos no productivos

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Las empresas catalanas alertan contra el nuevo impuesto sobre los activos no productivos que deben pagar entre este mes y el siguiente liquidando de una sola vez los tres últimos ejercicios. Fomento del Trabajo critica en un informe al que ha tenido acceso ABC que el tributo puede llevar a la «deslocalización de bienes o de sedes sociales» fuera de Cataluña, lo que «dejaría sin operatividad al impuesto» pero «sufriendo» la región esta fuga de riqueza . «Barcos que puedan buscar otros puertos así como vehículos o flotas de vehículos, aeronaves, e incluso objetos de arte y antigüedades que pueden ser interesantes para el patrimonio nacional», alerta la patronal.

Todo ello penalizará la imagen internacional de Cataluña y restará atractivo a la región de cara a empresas extranjeras, lamenta Fomento del Trabajo. «Se ha de ser consciente de que en las presentaciones ante operadores internacionales (...) se plasmará esta figura tributaria, a las que se deben añadir las numerosas que tenemos, que pueden dar la imagen de una fiscalidad excesiva e incluso creativa, que influirá a la hora de competir para atraer actividad económica», sentencia. Desde el estallido del «procés» en 2017 han abandonado la región 5.683 empresas.

Cataluña cuenta con una importante carga fiscal sobre sus ciudadanos y empresas que se traduce en que la región es la que más impuestos propios ha creado. La Generalitat ha acuñado 18 impuestos propios en los últimos años , lo que abre distancia con el resto de regiones, ya que la siguiente en la lista es Andalucía, con ocho tributos mientras que Madrid cuenta con solo tres. Junto a los bajos impuestos de la comunidad dirigida por Is abel Díaz Ayuso, ello abre brecha en la competitividad entre regiones. Según el índice de competitividad fiscal que elaboró hace unos días la Unión de Contribuyentes, Madrid y Vizcaya son las regiones mejor posicionadas de España –con más de un siete de puntuación–, mientras Cataluña es la peor, con un 4,9.

Más obstáculos

Ante este panorama, Fomento del Trabajo alerta que este nuevo impuesto va «en sentido contrario de la situación y evolución de los sistemas tributarios de los principales países». «Cabe recordar que este tributo resulta extraño y singular tanto a nivel nacional como internacional, recordando que, posiblemente, no resulta ni oportuno ni conveniente añadir más figuras tributarias en nuestro sistema fiscal en Cataluña», zanja la organización.

No es el único obstáculo que la patronal encuentra en la aplicación del tributo. Los empresarios detectan que se pueden dar casos de «doble tributación» . «El impuesto tiene una muy difícil cabida en la actual estructura impositiva donde se entrelazan y complementan el Impuesto de Patrimonio, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre Sociedades y del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, entre otros, donde muchos bienes se gravan varias veces teniendo en cuenta su uso», concluyen. El socio responsable de Empresa Familiar de Garrigues Barcelona, Pablo Torrano, considera que el Tribunal Constitucional, al validar el impuesto, «no entró a fondo en la tributación del propio impuesto de Patrimonio».

Bienes improductivos y exenciones

«Para las sociedades civiles, los bienes improductivos no gozan de exención alguna. En estos casos sí existiría doble imposición. El TC dice que, al ser sujetos diferentes, por un lado el socio y por el otro la sociedad, no existe doble imposición. Pero no es así, porque hay una doble tributación económica», reflexiona. De cara al IRPF, Fomento del Trabajo pone el ejemplo de los efectos en el tributo como «propietarios de acciones participaciones de las sociedades sobre los bienes que este nuevo impuesto quiere gravar ».

La patronal también detecta situaciones rocambolescas en las que el impuesto puede gravar a museos privados o fundaciones con cuadros sin exponer. «Por ejemplo, ¿las obras no expuestas por museos, se pueden considerar afectas o no a una actividad económica, o bien las obras de arte a disposición de empresas que realizan actividad económica se consideran que no se encuentran afectos a la actividad económica, como podría ser una entidad bancaria, o bien una fundación que no realice actividades económicas a efectos del Impuesto de sociedades, pero sea propietaria o guarde obras de arte debe contribuir por este impuesto?», se pregunta la patronal en el documento.

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