Banco Santander rechaza entrar en fusiones y solo vigilará las oportunidades en el negocio digital

La entidad registró unas pérdidas de 8.771 millones de euros en 2020 por los ajustes del fondo de comercio, provisiones y costes de reestructuración

Ana Botín, presidenta de Banco Santander, en la rueda de prensa de presentación de resultados de 2019 EFE

Daniel Caballero

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Banco Santander perdió 8.771 millones de euros en 2020 . Una cifra muy impactada por los ajustes del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos, que ascendieron a 12.600 millones en el segundo trimestre. Y a ello se unieron los costes de reestructuración del último periodo del año. Sin estos extraordinarios, el resultado quedó en positivo en 5.081 millones, un 38% menos en interanual , a causa de las provisiones derivadas de la pandemia.

No ha sido un ejercicio sencillo para el sector. La mayor crisis en 85 años ha tirado aún más abajo la rentabilidad del gremio bancario y ha forzado a las entidades a cubrirse frente a la crisis. Y, a mayor tamaño, mayores dotaciones. El grupo realizó este pasado año unas dotaciones por insolvencias de 12.173 millones de euros , lo que supone un incremento del 31% en términos interanuales. En este sentido, la presidenta Ana Botín, presidenta del banco, ha señalado que están «muy cómodos» con las provisiones que han realizado en todos los mercados, al tiempo que añadía que estas servirán para ser utilizadas en los próximos años. Con todo, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha destacado que aún no han detectado un deterioro de la calidad crediticia.

Asimismo, más allá de los ajustes de fondo de comercio, Santander frenó su particular recuperación de beneficios en el cuarto trimestre por unos costes de reestructuración de 1.146 millones , lo que llevó a que las ganancias se redujeran hasta los 277 millones, frente a los 1.750 millones del periodo inmediatamente anterior.

Botín ha mostrado su satisfacción por «la resiliencia y fortaleza» que muestra el modelo de negocio y estructura de la entidad. «Aunque la crisis es global, nuestra diversificación geográfica y de negocio ha funcionado una vez más y pone de relieve la fortaleza de nuestro equipo y de nuestro modelo . Los resultados de América han sido buenos y los negocios globales han crecido a buen ritmo, lo que nos ha permitido hacer frente a un entorno más difícil en Europa», ha explicado en un comunicado.

Preguntada por fusiones, la presidenta de Banco Santander ha hecho hincapié en varias ocasiones que esa no es su batalla. «En España tenemos un 20% de cuota de mercado que es más que suficiente para crecer rentablemente. La prioridad es mejorar la experiencia de cliente. No tenemos planes de participar en la consolidación, ni en España ni en Europa», ha explicado, para añadir más adelante que no se plantean ninguna compra de otra entidad en ningún mercado, no solo en el Viejo Continente.

En el único ámbito en el que sí ven posibilidades de seguir creciendo mediante adquisiciones es en el negocio digital. Ahí sí seguirán revisando las oportunidades del mercado, dado el empeño que está poniendo la entidad en la revolución tecnológica del banco.

Por mercados

Esto último se relaciona con que en Europa el beneficio ordinario cayó un 45% en interanual, mientras que en el norte y en sur de América este apenas bajó un 3% y un 4%, respectivamente. Un panorama que contrasta con las alertas enviadas por el Banco de España de que la diversificación internacional –pensando especialmente en mercados emergentes– en esta crisis parece más un lastre que una fortaleza. En el caso de Santander, el negocio al otro lado del Atlántico ha supuesto un balón de oxígeno, frente a la atonía del Viejo Continente.

Más allá de ello, la ratio de capital total «phased-in» quedó en el 16,18% y la CET1 «phased-in» en el 12,34% . «Contamos con una base sólida de capital y cumplimos holgadamente las ratios mínimas exigidas por el Banco Central Europeo en base consolidada, que se sitúan en el 13,01% en la ratio de capital total y en el 8,85% en el CET1», indica la entidad. En el caso del ratio «fully loaded», este terminó el ejercicio en 11,89%.

La morosidad, uno de los aspectos que más preocupa a las entidades y al Banco de España, siguió contenida a nivel de grupo en el 3,21% , lo que supone una reducción de 11 puntos básicos en interanual. El coste del crédito cerró el ejercicio en el 1,28% y la ratio de cobertura se situó en el 76%, 8 puntos básicos más respecto a 2019. Sin embargo, el panorama no es el mismo en todos sus mercado s. España registra la tasa de mora más alta de todo el grupo con un 6,23% (pese a reducirse en interanual), con una ratio de cobertura del 47,1%. Le sigue Chile con un 4,79% y Polonia con un 4,74%. Así las cosas, el banco ha señalado que está preparado «para afrontar el año con un fondo de 24.300 millones de provisiones acumuladas».

Asimismo, en el horizonte está ya la recuperación total del dividendo en efectivo de Banco Santander. Respecto a la remuneración a cargo de 2020, el consejo de administración propone pagar 2,75 céntimos de euros por acción, que es lo máximo que se le permite con las restricciones del BCE. Y ya de cara al medio plazo recuperar el «payout» en efectivo del 40-50% del beneficio ordinario.

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