Banca e industria piden que el Estado asuma el 80% del riesgo en los 100.000 millones en créditos avalados
El plan anunciado por el Gobierno contempla que el ICO asuma entre el 50% y el 66% de las posibles pérdidas
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Una de las medidas más aplaudidas del plan de choque desplegado por el Gobierno para paliar el impacto del coronavirus son los avales por 100.000 millones de euros para que la banca dé crédito a las empresas y evite quiebras . El sector empresarial reclamaba una inyección de liquidez de esa magnitud para evitar quiebras en cadena en el tejido productivo del país. Ahora bien, mientras el Ejecutivo planea avalar entre el 50% y el 60% de cada préstamo concedido, y que el resto del riesgo lo asuma la entidad financiera, banca y empresas reclaman que la garantía estatal suba hasta el 80%.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, detalló el martes en rueda de prensa que con esos 100.000 millones de euros en avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) se podrán movilizar entre 150.000 y 200.000 millones de euros en crédito con la participación de los bancos privados. Eso supone que el Estado, a través del ICO, está dispuesto a avalar entre el 50% y el 66% de cada préstamo concedido por las entidades a pymes y autónomos, de forma que el resto, entre el 34% y el 50% del riesgo lo debe afrontar el propio banco.
Tanto desde la banca como desde distintos sectores industriales se está reclamando al Ministerio de Asuntos Económicos que la garantía estatal alcance el 80% para que la medida sea eficaz, pues consideran que los porcentajes que se manejan ahora son insuficientes. De esta forma, la banca solo asumiría eventuales pérdidas por el 20% de cada crédito, lo que le impulsaría a dar más préstamos. El departamento dirigido por Nadia Calviño está ahora mismo definiendo ese detalle, así como el resto de las condiciones de los avales, para someterlas a aprobación del Consejo de Ministros, previsiblemente en el del próximo martes.
En el ámbito de la industria también se plantea que sería adecuado que no solo las entidades financieras, sino también los fondos de deuda privada pudieran participar en esos avales para canalizar crédito al tejido productivo.
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