Alberto Garzón descarta «un problema grave de desabastecimiento» en España
El titular de Consumo también quitó peso a la subida de la inflación a pesar de que resta capacidad de compra a los hogares
El repunte del consumo en Navidad agravará la falta de artículos por la escasez de materias primas en España
Los costes de la energía convierten la cesta de la compra en un lujo
Aunque hay informes y analistas que advierten de que la crisis del comercio global pondrá en riesgo la campaña de Navidad y la oferta disponible durante los meses de mayor consumo del año, el Gobierno sigue sin contar con un plan específico. En esta línea, el ministro de Consumo, Alberto Garzón , aseguró este jueves que el Gobierno no tiene «ninguna proyección de que se vaya a producir un problema grave de desabastecimiento en la economía española que afecte a los consumidores» ante los problemas de suministro que registra el comercio mundial.
En una entrevista en Canal Sur Televisión, Garzón explicó que lo que se está produciendo en el comercio mundial es normal tras la pandemia, ya que se ha disparado la demanda y la oferta no ha recuperado todavía los niveles de actividad ni en el área logística. En consecuencia, se ha producido un desajuste entre oferta y demanda y una elevación de los precios, según ahondó el titular de Consumo.
El ministro de Consumo tampoco se mostró preocupado por la subida de precios que diversos sectores ya están trasladando a la cesta de la compra y a otros bienes finales debido al incremento de los costes en origen. Garzón también quitó peso a la subida de los precios, situación que tildó de coyuntural y temporal por las tensiones en el mercado de la electricidad y por el encarecimiento de los combustibles. Aunque desde las asociaciones de consumidores se empeñan en recordar que la inflación resta capacidad de compra a los hogares, el ministro concretó que sin introducir el componente de la energía, el IPC sube a un ritmo moderado del 1,4%, un escenario que «no apunta a un problema mayor» , añadió.
Preguntados sobre el asunto la semana pasada, fuentes del Ministerio de Consumo contestaron que la tensión de la cadena de suministro atañe al Ministerio de Industria por ser una cuestión relativa al comercio.
Por su parte, desde el Ministerio de Industria y Comercio reconocieron que se trata de un problema global que se da de forma generalizada en todas las economías desarrolladas. No obstante, el Ejecutivo dejó la pelota en el tejado de Bruselas: «Desde la Unión Europea se está trabajando para dar una solución a nivel europeo que responda a los nuevos retos mundiales», añadieron las mismas fuentes de Comercio.
El pasado viernes 29 de octubre, Garzón ya negó que existiera un problema de desabastecimiento y remarcó que estos procesos tienen que ver con lo «psicológico» y con las llamadas «profecías autocumplidas». «Todo el mundo cree que va a pasar y actúa como si pasara. Y pasa finalmente por ese funcionamiento. Es importante que eso se neutralice desde el principio porque no existe un problema de desabastecimiento», puntualizó.
«La demanda se ha disparado pero la oferta se ajusta mucho más despacio y, por lo tanto, se produce una subida de precios. Se produce una tensión a nivel mundial que tiene que ver con las cadenas logísticas, con que las plantas que van produciendo han estado un año paradas, por tanto, volver a producir es un proceso más lento», subrayó en una entrevista en TVE.
Garzón también pronosticó que el problema se resolverá en el corto plazo y en que cuando la producción vuelva a situarse en unos niveles normales de funcionamiento y de capacidad productiva, todo «debería volver a la normalidad».
