En apenas una hora, coincide el vencimiento de estos cuatro tipos de contratos, que los inversores utilizan para cubrirse de posibles pérdidas en sus apuestas en renta variable
En apenas una hora, coincide el vencimiento de estos cuatro tipos de contratos, que los inversores utilizan para cubrirse de posibles pérdidas en sus apuestas en renta variable - EFE

Incertidumbre máxima en la Bolsa: el mercado llega a la cuádruple hora bruja en plena resaca de la decisión de la Fed

Este viernes tiene lugar el vencimiento trimestral de cuatro tipos de contratos, a pocas horas también de las elecciones en Grecia

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Este viernes tiene lugar uno de los fenómenos menos conocidos y más temidos, pese a que viene con fecha fija, de la operativa bursátil: la cuádruple hora bruja o vencimiento trimestral de cuatro tipos de contratos, las opciones y futuros sobre índices, y las opciones y futuros sobre acciones.

En apenas una hora, coincide el vencimiento de estos cuatro tipos de contratos, que los inversores utilizan para cubrirse de posibles pérdidas en sus apuestas en renta variable.

Si además se produce apenas 48 horas antes de que Grecia celebre elecciones generales y en plena resaca de la decisión de la Reserva Federal norteamericana sobre no subir los tipos de interés, los operadores del mercado tienen motivos para temer una sesión descontrolada en la que la volatilidad puede ser extrema y dar al traste con la tendencia de las jornadas anteriores.

Aunque previsto en las agendas de los operadores, pues se produce el tercer viernes de cada trimestre -el 20 de marzo, el 19 de junio, el 18 de septiembre y el 18 de diciembre este año-, estos vencimientos simultáneos provocan en los días previos un gran movimiento de los fondos en la Bolsa, y por tanto, una alta volatilidad.

Hasta el año 2002 sólo se producía una triple hora bruja -vencimiento de futuros sobre índices y de opciones sobre índices y sobre acciones-, pero a partir de ese año se añadieron los vencimientos de futuros sobre acciones.

Su relación con el mundo de la brujería se debe a la similitud entre los poderes de las brujas, limitados en el tiempo y efectivos durante cortos periodos de tiempo, y las apenas dos horas que dura la avalancha de cierre de posiciones, con un volumen exagerado de operaciones que puede provocar cambios de tendencia bruscos.

No obstante, en los últimos años los operadores han preferido anticiparse a la fecha fatídica y han comenzado a liquidar cuentas a lo largo de toda la semana previa, lo que ha restado algo de efecto al propio día de las brujas.

En líneas generales, la cuádruple hora bruja suele terminar con ganancias para los inversores, aunque en las dos que ya ha habido este año sólo ha sido así en una ocasión, el marzo, cuando el IBEX rompió con dos semanas consecutivas de pérdidas y sumó una avance del 3,50 %, el mayor desde finales de enero.

En junio, sin embargo, encadenó cuatro semanas de descuentos y el 19 de ese mes cerró la semana con un descenso del 0,78 % hasta 9.944,30 puntos, su nivel de cierre semanal más bajo desde el 20 de febrero.

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