afp

Grecia pone en cuestión un «efecto enero» en las Bolsas que puede impulsar el BCE

Los analistas esperan un primer mes del año volátil por la tensión política, pero creen que el BCE amortiguará las caídas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No hubo «rally» de diciembre. El selectivo español cayó un 4,56% en el último mes del año. Y no fue el único: los principales indicadores europeos terminaron diciembre en negativo, aunque no ocurrió lo mismo con los americanos. ¿Qué pasará en el primer mes de 2015?, ¿se beneficiarán las Bolsas del conocido «efecto enero», es decir, de las subidas propiciadas por las tomas de posiciones de fondos de inversión, fondos de pensiones, etc.?

Quizás, los descensos sufridos en las últimas semanas de 2014 animen a los inversores institucionales a comprar por los bajos precios a los que se han quedado algunos activos. Pero es mejor no ir tan rápido. Aunque las incertidumbres políticas que ha despertado la convocatoria de elecciones en Grecia para el 25 de enero

no parecen haber metido muchísimo miedo en los mercados, los analistas aconsejan precaución. Eduardo Bolinches, analista de Bolsacash, recomienda, para medir de verdad el grado de preocupación de los inversores respecto al tema griego, vigilar los mercados alemán y francés, porque son los más expuestos a ese país. Además, cree fundamental lo que ocurra con Wall Street para adivinar qué sucederá con el Ibex-35. Ahora mismo, según Bolinches, el S&P 500 se encuentra en zona de congestión, está marcando máximos y mínimos decrecientes y ése es un mal síntoma, que sería fatal si se comprueba que la última ruptura de niveles récord fue en falso. «Si Wall Street se da la vuelta y la cuestión griega empeora, el Ibex-35 caerá, posiblemente, hasta los 9.500 puntos», afirma. Argumenta este experto que el selectivo ha estado atrapado entre los 10.000 y los 10.500 puntos y que la teoría dice que ha de romper hacia arriba o hacia abajo en una dimensión equivalente a la horquilla en que se haya estado moviendo. Y cree que la ruptura será hacia abajo. «El mercado infravalora los riesgos», advierte.

Victoria Torre, de Self Bank, por su parte, comenta que 2015 va a comenzar bastante movido. «Enero puede ser un mes un poco atípico, puede ser un calco del de diciembre», asegura esta experta. También Iván San Félix, de Renta 4, cree que hay que comenzar el nuevo ejercicio con cautela, porque hasta el 25 de enero no son las elecciones en Grecia, y hasta ese momento habrá mil y una especulaciones respecto a lo que puede suceder si Syriza, el partido izquierdista que lidera Alexis Tsipras y que parte como favorito en los sondeos, gana finalmente las elecciones. «Hay factores a favor del ‘rally’ en enero, por la inexistencia de alternativas rentables de inversión a la Bolsa, pero la volatilidad va a aumentar en los mercados. No sólo en enero. La volatilidad va a ser uno de los principales rasgos de todo el ejercicio», añade Félix López, de Atl Capital.

El BCE como seguro

Hay que tener en cuenta, además, que tres días antes de las elecciones griegas, el 22 de enero,tendrá lugar la reunión ordinaria de política monetaria del Banco Central Europeo. Algunos analistas dicen que, ante los riesgos que pueden derivarse de las elecciones griegas para los mercados, el presidente de la institución, Mario Draghi, podría (o debería) lanzar un mensaje tan contundente como el de junio de 2012 para asegurar que hará todo lo que sea necesario para mantener la estabilidad financiera en la zona euro. Quizás a ese hierro ardiendo se están agarrando los inversores para no huir despavoridos de la Bolsa o de la deuda en las últimas sesiones. El propio presidente del BCE, Mario Draghi, incrementó las expectativas del mercado ante la posibilidad de un programa de compra de bonos el primer día del año, alertando del creciente riesgo de deflación en la zona euro. En definitiva, como comenta Ángel Olea, de Abante, los mercados van a contar con un cortafuegos de la mano de Mario Draghi. «Independientemente de que ponga en marcha un programa de compra de bonos, o no, dará un mensaje lo suficientemente contundente», asegura Olea. Así, por el momento, según Jesús de Blas, de Crédit Agricole-Mercagentes, una prima de riesgo española por debajo de los 100 puntos básicos muestra el escaso temor existente entre los inversores. Precisamente, José Luis Martínez Campuzano, de Citi, considera que los activos más protegidos serán la deuda pública y el crédito.

Pero según Bolinches, para medir realmente el miedo de los inversores habrá que esperar a la primera sesión «normal» del año, la del miércoles, 7 de enero, porque en navidades hay muchos operadores de vacaciones. Así, Jesús de Blas considera que si bien la volatilidad no debe hacer huir del mercado, tampoco debe ser una tentación para entrar, salvo en valores concretos, sobre todo en los más expuestos internacionalmente. Martínez Campuzano añade: «A corto plazo, estamos neutrales en Bolsa. Sólo si hay recortes importantes en el mercado nos atreveríamos a entrar en renta variable».

Y eso que el fondo del mercado, independientemente de lo que suceda en enero, dice Estefanía Ponte, de Cortal Consors, va a ser positivo. «Quizás enero sea una excepción. Por eso, durante ese mes lo mejor es desarrollar una estrategia equilibrada. Pensamos que enero puede ser volátil, pero no catastrófico», asegura Ponte. En este sentido, si la firma perteneciente al grupo BNP Paribas apuesta para el conjunto del año por valores cíclicos, en el primer mes del año quizás fuera interesante introducir algún valor con perfil más defensivo. Además, considera interesante comprar en los recortes, porque sitúa el objetivo de cierre de año en los 12.000 puntos. «El único ‘pero’ es el riesgo político . Hay que ver quién gana las elecciones en Grecia y qué política aplica», asegura. Por eso, cree que la inestabilidad, que la volatilidad, puede prolongarse entrado el mes de febrero. Hay que tener en cuenta que aunque el día de las elecciones es el 25 de enero, puede haber problemas para la formación de Gobierno y, también, incertidumbre respecto a sus primeras decisiones. Y recuerda, además, que hay más procesos electorales más adelante. Por ejemplo, en España.

En este sentido, Félix López considera que el nerviosismo no irá a más a no ser que entre el nuevo Gobierno griego y las autoridades de la troika sean incapaces de negociar porque uno y las otras se mantengan férreamente cada uno en su postura. El primero, contra los ajustes. Las segundas, a favor del mantenimiento de las medidas que se han aplicado hasta ahora. López coincide con Ponte en que la estrategia de diciembre sigue siendo válida en enero: la renta variable europea continúa siendo el activo más atractivo con vistas, eso sí, al medio plazo. Pero advierte: «Quien esté en renta variable ha de asumir que no va a haber una subida lineal en los próximos meses».

Estrategias de extremos

Hablando también de estrategia, Bolinches cree que a corto plazo l o más recomendable es «tradear» entre los 10.000 y los 10.500 puntos del Ibex-35. Por ejemplo, con ETF’s sobre índices o sobre sus propios valores directores. Después, cuando rompa, ponerse largo, por encima de los 10.500 puntos, o corto, por debajo de los 10.000 puntos, pero, como aconseja, «sin pasarse de bajistas». Tampoco de alcistas.

Victoria Torre, por su parte, apunta que en las próximas semanas hay que buscar activos defensivos, pero que permitan agilidad en los movimientos. En definitiva, productos conservadores, pero muy líquidos. Quizás, la propia liquidez. Pero esta experta se inclina por otras dos opciones: acciones con elevada rentabilidad por dividendo y fondos de rentas. De este modo, ve apropiado mantener una cartera con títulos que tengan esta característica pero que también esté diversificada. Así, aconseja Repsol, Santander, Telefónica, BME, Enagás, Iberdrola, Ferrovial, Indra y Abertis.

Ver los comentarios