El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi - reuters

Los riesgos y las posibles sorpresas económicas que llegarán en 2015

El Ibex podría subir más de un 20% y el interés por el sector inmobiliario irá a más. Preocupa la «japonización» de la economía europea y si Draghi estará a la altura de sus palabras

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Todos los años por estas fechas dedicamos parte del tiempo a escrutar el futuro y tratar de, por ejemplo, determinar cuáles son los riesgos que acechan a los mercados. Es un ejercicio interesante, aunque del todo inútil porque la experiencia nos enseña que si hay algo que se vaya a llevar las Bolsas por delante en los próximos meses será algo desconocido. El resto de elementos, en mayor o menor medida, ya están recogidos en los precios. En cualquier caso , este ejercicio sí resulta útil para poner negro sobre blanco cuáles son las preocupaciones, los riesgos, que a día de hoy rondan por la cabeza de los agentes financieros.

Sin duda, un tema muy recurrente es y va a seguir siendo la dinámica de la política monetaria en todo el mundo.

¿Cuándo y cuánto subirá tipos EE.UU.? ¿Irá más allá Japón en su intervención directa en los mercados (QE)? ¿Draghi estará a la altura de sus palabras, pese a la amenaza de los halcones del BCE? Seguro que todos estos temas relacionados con los bancos centrales dan para muchos sesudos análisis en uno y otro sentido. Al igual que en el fútbol, parece que de política monetaria sabe todo el mundo…

En cuanto a la evolución de la economía, las grandes preocupaciones a día de hoy no son muy nuevas. «Japonización» de la economía europea. Cada dato malo de la economía europea seguro que propicia una lluvia de titulares amenazando con las penas del infierno, mientras que los buenos se pasarán por alto hasta que se dejen de pasar. En cuanto a Estados Unidos, las preocupaciones se producen en sentido contrario: una recuperación demasiado fuerte puede propiciar un mayor endurecimiento de la política monetaria. Y las economías emergentes, como siempre, darán una de cal y otra de arena, pero tendrán mucho más eco las malas noticias. Los riesgos políticos se centrarán en los resultados de las elecciones. Grecia, Reino Unido, Portugal y, en principio, España son los países en los que se celebrarán comicios.

Y, por el lado geopolítico, los sospechosos habituales seguirán haciendo de las suyas: Ucrania, Irak y Estado Islámico. La caída del precio del petróleo probablemente generará tensiones en los países productores y, en concreto, Venezuela tiene pinta de descarrilar antes que después.

Sorpresas

Y -sin quitarme el gorro de aprendiz de brujo- hoy es un día igual de bueno que cualquier otro para comentar un año más cuáles creo que van a ser las sorpresas del año que viene.

La primera es que las Bolsas lo van a seguir haciendo bien. En concreto, la Bolsa europea; y dentro de las europeas, la española es la que mejores perspectivas tiene. La Bolsa española podría subir más de un 20% a medida que vaya calando entre los inversores que esta es la buena y que las valoraciones de la Bolsa española en el entorno de apalancamiento operativo de las compañías españolas suponen una oportunidad de las que se han visto pocas veces. El euro también continuará con el movimiento de los últimos meses y se estabilizará algo más abajo.

El oro continuará corrigiendo a medida que los argumentos de los pesimistas se vayan desmontando. El petróleo continuará corrigiendo como consecuencia del nuevo esquema de oferta en el mundo y el peso del cártel del petróleo continuará su declive. El bono español y alemán continuarán convergiendo y la prima de riesgo se situará por debajo de cincuenta. La mutualización del riesgo país en la zona euro tras la unión bancaria y la cada vez más cercana unión fiscal es un hecho consumado

El interés por el sector inmobiliario irá a más y el precio de oficinas y comercial volverá a cerca del pico del ciclo. Sin embargo, la sorpresa será la recuperación del sector residencial. Alguna operación importante en el que el subyacente sea el suelo será portada.

Las elecciones generales en España se retrasarán hasta el arranque de 2016 por lo que tendremos que dedicarnos unos meses más a desentrañar encuestas y ver el alcance del fenómeno Podemos. No habrá crisis de Gobierno y para la Alcaldía de Madrid el PP apostará sobre seguro cosechando un buen resultado. Y, aunque ya no sea sorpresa y repita el pronóstico del año pasado, el Barça volverá a hacer un año en blanco.

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