Opinión
Veinte años de la victoria del Alinghi suizo, el equipo de un país sin mar
Hoy se cumplen veinte años de un hecho inédito en la historia de la vela de alta competición. El 2 de marzo de 203, en Auckland (Nueva Zelanda) el 'Alinghi' suizo se imponía al Team New Zealand por 5-0 en la final de la 31ª edición de la Copa del América.
Era la primera vez en más de 150 años que un país sin mar lograba el trofeo más prestigioso del mundo de la vela.
Ese equipo, nacido de la afición por la vela del magnate farmacéutico suizo-italiano Ernesto Bertarelli, llevó a Suiza al olímpo del deporte. Ahora, después de ganar en la edición de 2007 en Valencia y perder en el mismo escenario en 2010, ha retornado para competir en la 37ª edición en Barcelona 2024.
La Final de aquella edición se disputó del 15 de febrero al 2 de marzo de 2003 y de los pocos españoles que estuvimos allí, recuerdo a la incansable Isabel Genís, mi 'ángel de la guarda' en mi debut como enviado especial en el impresionante centro de prensa de Auckland y a Luis Saénz Mariscal, el mejor abogado de reglamento náutico del mundo y era asesor legal del equipo del estadounidense Dennis Conner.
Tuve la suerte de ser invitado a la inauguración de aquella edición contemplar el desfile de los equipo en la calle principal de Auckland, Queens Street junto a 100.000 espectadores. Allí ví lo que representaba la vela para los neozelandeses.
Se produjo un momento inédito cuando desfiló el 'Alinghi', liderado por el legendario Sir Russell Coutts, héroe nacional por las victorias neozelandesas en las Copas de 1997 y 2000, pero su marcha del país para fichar con el 'Alinghi' suizo junto a ocho de los mejores tripulantes del Team New Zealand, le habían convertido en un 'traidor' y 'mercenario' para muchos.
En el momento que paso del equipo, los espectadores se giraban y le daban la espalda a Coutts y el equipo y grandes pancartas en algunas fachadas rezaban diversas palabras ofensivas hacía ellos.
Para mí, la 31ª Copa América empezó a mediados de enero de 2003 en las semifinales de la Copa Louis Vuitton o torneo de Desafiantes, del que sale el equipo que se enfrentará al Defensor en la Final de la Copa. En esta edición hubieron diez equipos desafiantes
Ver el espectáculo en el puerto de Waitemata en Auckland y en los campos de regatas del Golfo de Hauraki, con cientos de barcos siguiendo las regatas en 'match-race' (barco contra barco) de los monocascos IACC (la clase utilizada entonces) de 24 metros de eslora es algo inenarrable.
Allí ya se vio el potencial extraordinario del equipo 'Alinghi'. El propietario del equipo Ernesto Bertarelli ni había regateado esfuerzos para darle ese potencial con 60 millones de dólares de presupuesto y una tripulación con los mejores del mundo, especialmente neozelandeses (ocho) que habían competido por su país en anteriores ediciones.
En la liguilla 'todos contra todos' de la Copa Louis Vuitton, los suizos lograban 13 victorias en 16 enfrentamientos. En cuartos de final arrasaba al Prada italiano (4-0); en semifinales al Oracle estadounidense (4-0) y también al mismo equipo en la final por 5-1. Bertarelli humillo por dos veces al magnate estadounidense Larry Ellison, algo que nunca le perdonaría.
La final de la 31 Copa América se disputó del 15 de febrero al 2 de marzo de 2003 y el 'Alinghí' se imponía por 5-0. La Copa volvía a Europa tras 151 años de ausencia.
Unos días después, el sábado 8 de marzo, la locura se desataba en el aeropuerto de Ginebra. Miles de seguidores suizos incluido el presidente del país, Pascal Couchepin, dieron un entusiasta recibimiento a Ernesto Bertarelli y su equipo después de bajar del avión, agarrando la codiciada copa de plata.
Posteriormente el equipo fue homenajeado en el centro de la ciudad de Ginebra. El histórico trofeo de la America's Cup fue depositado en la sede de la Société Nautique de Genève, de donde saldría para defenderlo en Valencia 2007, y donde el 'Alinghi' acabó reteniéndolo.
