José Luis Suevos Barrero - Ganando barlovento

Solo le queda el nombre

La Copa del Rey ahora mismo es una pachanguita de club con la necesidad de renacer de sus propias cenizas

España fue un referente en el deporte de la vela. Brilló internacionalmente en la olímpica, en la de crucero, en la de altura e incluso también estuvo a la cabeza en la organización de regatas como el Príncipe de Asturias, el Infanta Cristina, la Copa de la Reina, Zegna, Godó, Freixenet, Sherry, Dos Bahías... y, como no la Copa del Rey. En la década de los 90, ¿quién no quería venir a la Copa del Rey? Italianos, franceses, alemanes, daneses, ingleses e incluso argentinos y americanos recalaban el Real Club Náutico de Palma para disputar una gran Copa del Rey, primero con un ganador absoluto y después con dos, uno de crucero y otro de regata.

Era la época en la que Puig se dejaba los millones en promocionar su imagen por el mundo y la regata era conocida hasta en el último rincón de la tierra. Era un referente en el mundo. Pues bien, se marchó Puig y la regata comenzó a perder su interés tanto que desde hace unos años hasta la fecha solo se trata de una pachanga, una regatilla de club llena de barcos de once clases con once ganadores. Antes ganar la Copa del Rey era un privilegio para unos cuantos afortunados. Se estaba todo el año preparando un equipo para subir al podio en Palma. Ahora con once clases ha perdido su categoría. Tanto que hasta el «capitán Araña» lleva ganadas nueve o diez y presume de ello con patrocinadores y amiguetes de conveniencia. Este, el de siempre, el innombrable para algunos en la vela, dice que ha ganado 14 Mundiales cuando en España tenemos regatistas de la talla de Doreste, Zabell, Echávarri, Manrique... que sí saben lo que es ganar un Mundial de verdad y uno solo de ellos vale más que los 14.

El problema está en la falta de dirigentes que tenemos en España, ya no solo políticos, sino también deportivos. Ahora, las regatas que se organizan en España son auténticos bolos organizados para bailarle el agua a los presidentes de las compañías que las patrocinan con el propósito de asegurarse el dinero del patrocinio, que sin ninguna duda, no se gasta en la regata.

Este año 2020 no sé si llegaremos a tiempo para disputar la Copa del Rey. Espero que sí y que la regata navegue por otros lares. Tanto catamarán y tanto barco clásico no sirve nada más que para aumentar el número de participantes junto a los maxis e IRC, a los que nadie hace caso.

¿Para cuándo una Copa del Rey en ORC con un solo ganador? El mundo de la vela, el de verdad, lo demanda. Cuando vuelva, volverán italianos, franceses, alemanes... e incluso gallegos, cántabros y vascos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación